KRYPTONITE |[SG Libro 2]|

ℰ𝓁𝓁𝒶

Es tarde...

No sé con certeza la hora aproximadamente, pero la oscuridad de la habitación me ha hecho saber que es de noche, hace frío y el sonido del exterior son solo autos y sonidos de sirenas de aquellos autos policiales que seguramente aun han estado trabajando en tener que capturar a los que escaparon.

Lo único bueno que hice desde hace horas que me encerré en la habitación fue ver las noticias en aquella televisión de pantalla plana, noticas en las cuales contaban todos los incidentes que habían ocurrido la tarde de hoy, desde lo que pudo haber ocurrido en el jardín de niños de Christine si no evacuaban, hasta la zonas más tranquilas de New York.

Dieron entrevistas claves con los jefes de gobierno, hasta con el mismo presidente que parecía más frustrado que nada y solo por todo lo que estaba pasando en la mayor parte de todo el país, bandos nuevos y no tan nuevos, vidas inocentes pérdidas y por supuesto oficiales que habían perdido sus puestos solo por los movimientos que Edik Jakov hizo.

No sé qué mierda está pasando por la cabeza de todos, tampoco sé que mierda será de New York dentro de algunos años. Es decir, sabemos que la ciudad se está yendo a la mierda, sabemos que no abra salidas para muchos dentro de pocos, salidas que me incluyen a mí.

Un suspiro pesado escapa de mis labios al momento en que ato mi cabello de forma apresurada y poco mal hecha, pero creo que lo que menos me importa ahora es verme como luzco, si el maquillaje esta corrido, si luzco como una tipa enferma, si luzco como la más loca de esta ciudad, creo que es lo que menos me importa, la apariencia.

Tomo la mochila color negra que estaba a un costado de la cama para subirla a esta, me coloco una chamarra de mezclilla sin abotonarla dejando ver la blusa color negra que estaba debajo, tome la mochila colocándomela correctamente pasando sus dos correas por cada uno de mis hombros, después tome aquella maleta negra decidida a ir hacia aquella puerta y abandonar la estancia en la que pase la mayor parte del día, mi celular esta en mi mano derecha y la izquierda sostiene aquella maleta que de desliza sobre el suelo con aquellas pequeñas llantitas.

Bajo las escaleras con rapidez y cuando llego a la última planta mi mirada pasa desapercibida por la sala, Ian, Mario, Narian, Mirari... Él...

Corro hacia el ascensor al momento en que lo veo colocarse de pie para caminar hacia mí, presiono con desesperación aquellos botones sin embargo sus manos se colocaron en mi cintura, rodeándome para cargarme un poco y apartarme de aquel lugar en donde el ascensor ya habia llegado, he soltado mi maleta y él a apartado la mochila de mi cuerpo, por ultimo al querer liberarme de su agarre tuve que soltar el celular.

Una vez más sus suplicas, una vez más sus palabras eran temblorosas, creo que lo único que me importaba ahora era liberarme de él, me está lastimando bastante, el dolor en el vientre es tan inmenso que no deja de quemar, no deja de hacer esas pulsaciones una y otra vez.

Alguien más se une al juego de liberación, manos grandes con anillos metálicos en algunos dedos, Ian ha comenzado a hacer que Michael me suelte porque sabe, sabe que está lastimando...

Pero la terquedad de Michael no da para más, no es hasta que mis uñas se encajan con fuerza en toda su mano y alrededor de sus muñecas que me suelta y en furia, ahora soy yo quien estampa mi mano contra su mejilla.

El ardor en mi mano es grande que deja un entumecimiento nada agradable, es un calambre que ha causado un dolor más severo del que ya sentía. Narian, llega hasta mí apartándome centímetros fuera del alcance del hombre que mira al piso con su mano derecha sobre su mejilla.

─ ¡Te prohíbo que vuelvas a ponerme una puta mano encima! ─grito hacia él con furia, con mi garganta ardiendo de dolor.

─ ¡Lily, por favor, perdóname! ─muestra arrepentimiento en sus palabras, muestra dolor y severa confusión, trata de nuevo de acercarse a mí pero retrocedo, es entonces que Ian se interpone entre nosotros─ ¡te lo suplico por favor!