KRYPTONITE |[SG Libro 2]|

Capítulo.- 03

Entre toda la multitud que se encuentra en la calle donde sucedieron los hechos, también se encuentra mi equipo de trabajo y la mayoría de las personas que disfrutaban de beber un café o de comer un emparedado.

Los autos de policía ya han invadido la zona y, es que fue tanta la conmoción que no tardaron en llegar. Hay heridos y dos muertos de los cuales aún no se sabe su identidad.

Hay personas que se encuentran hablando con distintos policías, personas en shock que apenas si han podido articular una palabra. Es difícil volver haber vivido algo de esta magnitud a una distancia tan corta, hace años que había dejado de sentir la adrenalina de tirarme al piso y cubrir mi cabeza, de querer ver los dichosos rostros de los atacantes.

Las sábanas blancas que están sobre los dos cuerpos sin vida de aquellas personas se han comenzado a manchar de aquel color rojo, ese rojo que dicta diversos daños a los cuerpos de aquellos difuntos.

Amalia, la gerente del lugar se encuentra siendo interrogada por dos oficiales quienes al terminar de colocar la cinta amarilla frente al local, se dirigieron personalmente hacia ella para hablar. La cinta amarilla rodea el cuerpo sin vida de una persona, causante de que al caer los cristales del Grumpy fueran desechos en su totalidad.

Una ambulancia más ha llegado a la zona, veo a los paramédicos bajar de estas de forma inmediata mientras caminan hacia sus otros compañeros para atender a las personas que, desgraciadamente fueron heridas sin tener que ver en estos asuntos.

─ ¿Quiénes crees que hayan sido?

La voz de mi amiga Abril me saca de mis pensamientos, la miro de forma inmediata para qué la negación se construya en mí.

─Fuera quien fuera, supongo que arreglo sus cuentas con esos dos.

Ella asiente y pronto, se dirige a mi amigo Oscar quien atentamente se encuentra observando el auto color rojo en donde al parecer estaba el otro tipo tendido en el asiento del conductor, varias personas se encuentran rodeando el lugar, como siempre, la morbosidad es lo más grande que puede existir en el mundo.

Mi atención se posa en un auto de color rojo, un modelo antiguo un Opel Ascona que reconozco en seguida al verlo estacionarse de madera agresiva frente a uno de los autos de policía. Rami, baja de manera inmediata del auto sin siquiera cerrar la puerta de este, corre hacia mi dirección y cuando está a centímetros de mi simplemente me abraza y yo correspondo a su abrazo.

Cálido y sincero, simplemente agradezco que haya llegado en estos momentos. Me siento aterrada, fue un momento que ninguno de nosotros estando en el Grumpy nos hubiésemos imaginado.

─ ¿Estas bien? ─al apartarme de él con delicadeza, Rami coloca ambas manos sobre mis mejillas, asiento en un intento desesperado por no preocuparlo de más.

─Estoy bien ¿c-como te has enterado?

─Estaba a cuatro cuadras de aquí Lily, los disparos podían percibirse fácilmente ¿de verdad estas bien?

─Lo estoy, de verdad lo estoy...

Un suspiro de alivio escapo de sus labios, sin embargo su cuerpo aún estaba tenso, aun emanaba la incomodidad, la preocupación por lo que había pasado hace unos minutos. Dió algunos pasos hacia atrás observando todo el complejo que nos rodeaba, la gente herida, los dos muertos, la gente que yacía mirando con morbosidad dicha escena del crimen.

El sonido de las llantas de un auto frenar con fuerza llamaron nuestra atención, dirigimos nuestras miradas hacia la zona en donde se encontraba el auto de Rami percatándonos de un nuevo auto que había llegado con todo el derecho y calma del mundo.