KRYPTONITE |[SG Libro 2]|

𝓨𝓸𝓾 𝓪𝓻𝓮 𝓶𝔂 𝓴𝓻𝔂𝓹𝓽𝓸𝓷𝓲𝓽𝓮

𝒫𝒶𝓇𝓉ℯ 1

Dangerous_25 𝒢𝓇𝒶𝒸𝒾𝒶𝓈 𝓅ℴ𝓇 𝒶𝓎𝓊𝒹𝒶𝓇𝓂ℯ ℯ𝓃 ℯ𝓈𝓉ℯ 𝓊́𝓁𝓉𝒾𝓂ℴ 𝒸𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁ℴ 𝒶𝓈𝒾́ 𝒸ℴ𝓂ℴ ℯ𝓃 ℯ𝓁 ℯ𝓅𝒾́𝓁ℴℊℴ. 𝒯ℯ 𝒶𝓂ℴ.
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Quise dormir con él. Y no me refería al sexo, hablaba de acostarme a su lado, hablaba de abrazarlo, percibirlo, sentir sus pies, acariciarlo despacio y escuchar su respiración; ver sus gestos, sus cejas, sus labios, su cuello, su cabello, todo. Y que cuando todo estuviera en silencio, poder susurrar su nombre para así saber que se ha dormido. Quería dejar de soñarlo y solo para poder vivir a su lado.

A él podría decirle que ya ha de saber que ya ocupa mis ojos, que llevo su risa incrustada en mis arterias, que no hay lugar en mi cuerpo en el que no quepa su pena, que cuando no tenga un sitio al cual volver, piense que tiene sitios abiertos en todo mi cuerpo...

Porque él habia logrado estar en mi mente todo el día, de hacerme suspirar; de quitarme el sueño imaginando el precioso día en que volviera a besarlo. Él tenía aquella habilidad para enamorarme cada día más, para hacerme sentir inmensamente feliz con cada pequeño detalle que tenía consigo mismo. Él tenía la habilidad de ser el hombre que siempre soñé y mucho más... y yo, yo y mi debilidad por esa sonrisa.

Yo y mi debilidad por él.

Empuño las sabanas que cubrían mi cuerpo quien apenas si ha reaccionado de apoco, la inmensa capa de flojera me cubre de pies a cabeza, me siento tan cansada, tan exhausta. Es como si de alguna manera no hubiese dormido lo suficiente, así como sé que se debe a que he relajado de más los músculos de mi cuerpo en toda la noche.

Con mis ojos aun cerrados y estando boca arriba me quede quieta, tratando de buscar en mi mente la excusa perfecta para no dejar la cómoda cama por ningún motivo, pero sé que hay uno y ese motivo es la niña quien seguramente ya está lavando sus dientitos en el baño de su habitación mientras esta encima de aquel banquito de madera para alcanzar a la perfección el lavabo.

Después de procesar lo que tengo que hacer ahora, me dedico a darme la vuelta hacia el costado en donde sé descansa aquel hombre, una sonrisa pequeña se me dibuja a la par en que mi brazo derecho se estiró con brusquedad a su costado con el solo propósito de golpearlo en el rostro.

Pero mi mano, solo golpeo su almohada.

Mi ceño se frunció y mi sonrisa desapareció, lentamente abrí mis ojos los cuales se volvían a cerrar por inercia, y cuando estaban totalmente abiertos pude observar que no estaba en la cama.

Mi ceño se termina de fruncir por completo y con la duda de saber en dónde está, giro hacia mi espacio para poder incorporarme de la cama sentándome en esta, pegando mi cabeza en el respaldo acolchonado de la cama y cuando estoy completamente recargada, me dedico a tallar mis ojos con suavidad mientras el único sonido que habia eran las gotas de lluvia que pegaban con fuerza sobre la enorme ventana que estaba de mi lado contrario, ventana adornada con cortinas grandes de color grises las cuales solo estaban un poco abiertas dejando ver el cielo extremadamente gris.

Bajo mis pies de la cama aun sentada en ella, mientras mi mano izquierda sostenía la sabana que cubría mis pechos, un escalofrío recorre toda mi espalda haciéndome estremecer en cuestión de segundos, mis pies apenas se estan acostumbrando a la fría temperatura del piso y mi cuerpo se ha comenzado a desacostumbrar a la cálida temperatura de la cama.

Pasos subiendo las escaleras llaman mi atención, fijo mi mirada en la puerta una vez los pasos por el material de madera crecen cada vez más hasta estar a centímetros de la puerta.