KRYPTONITE |[SG Libro 2]|

Capítulo.- 35

No habia satisfacción más grande que remplazara lo que ahora sentía. Felicidad, una felicidad tan inmensa que desearía jamás cambiar por nada ni nadie en el mundo. A simple vista para cualquiera podría ser una felicidad común y corriente la que expresaba, pero sinceramente era más que una felicidad, era un sentimiento en donde todas mis emociones reinaban, en donde mi cerebro por fin se habia apartado de tomar las decisiones, en donde mi cerebro por fin se habia dejado de proclamar ser la función más importante, pensé con mi alma, tome la decisión con mi corazón, con los sentimientos de lo que en verdad Narian se merecía.

Mi alma, mi corazón, mis sentimientos, todo aquello que consideraba estúpido tomo las riendas de un asunto tan serio por... ¿segunda vez? O ¿tal vez tercera? He perdido la cuenta de cuantas veces he pensado con lo ya nombrado y no con mi cerebro.

Lo que me llevo a querer seguir actuando así fue ver a Narian feliz, fue verlo llorar, fue el verlo mostrar sus emociones instantáneamente, lo que me llevo a querer seguir sintiendo esta emoción, es haber visto por segundos a Michael llorar, el haberlo visto abrazar de tal manera a Narian con la cual podría prometer cumpliría su propósito de adoptarlo, de darle su apellido...

La noticia de lo que le diríamos a Narian fue corrida a los demás, teníamos el propósito de hacerles saber lo que pensábamos hacer con el chico, incluso esta mañana que salimos de Boston, Michael le dijo a Harry lo que tenía pensado hacer en algún día de estos, Mario e Ian lo sabían al igual que Lara, técnicamente solo faltaba el principal, Narian.

Esta sentado en medio del asiento de atrás, no ha dejado de pedir disculpas a Michael por haber causado que su abrazo hiciera que ambos cayeran al lago, Michael solo hace más que solo decirle que no se preocupe por eso, pero vamos, Narian y yo sabemos que por dentro esta que lanza fuego.

Ambos estan empapados, los asientos del auto ya estan húmedos y todo por aquellos dos, por mi parte no he dejado de sonreír y de vez en cuando soltar una que otra risa, trato de silenciarme pero son pocas las veces en que lo consigo, a decir verdad tengo que morderme las uñas para guardar silencio.

Una vez llegamos a Brownstone, Michael aparco el auto justo detrás del auto de Narian el cual supongo Lara lo trajo para poder llegar hasta acá y no dejarlo solo en el muelle. Bajamos del auto una vez estaba completamente apagado, mi ceño se frunce al no ver el auto de Harry aquí, suponía que el hombre vendría a Brownstone a pasar unos días o quizás el rato.

La alarma del auto es colocada al momento en que siento a Narian abrazarme por los hombros, lo húmedo de su ropa me hace sentir incomoda al principio, sin embargo me acostumbro cuando el chico ha notado mi incomodidad y surge el juego en abrazarme a más profundidad solo para molestarme.

Sus zapatos rechinan por lo empapados que aun estan, el sonido es tan gracioso que vuelvo a reír en su compañía.

Cuando llegamos a la entrada de la casa, la puerta se abrió de golpe dejando ver a Christine con una amplia y expresiva sonrisa, misma que no borro después de abrazarme con fuerza, la tome entre mis brazos para abrazarla a mayor comodidad mientras nos introducíamos a la casa, lo primero que pude ver fue a Meredith y a Lara de pie mientras nos miraban con una amplia sonrisa, vi a Narian caminar hacia Meredith con velocidad, antes de que la mujer reaccionara Narian ya la estaba abrazando con fuerza sin importarle si mojaba a la mujer, sin importarle si causaba que ella se molestara.

Desoto chilla al recibir las carias de Michael, chilla y ladra de manera consentidora a lo cual el hombre solo sonríe y le da aún más caricias a aquel perro.

─Muchas gracias Sra. Hamilton ─Narian dice aun abrazando a Meredith, quien sonriente abrazaba a Narian─ le agradezco que ayude a Joe con esto.