KRYPTONITE |[SG Libro 2]|

Capítulo.- 46

El sonido de las ventanas vibrar me hicieron abrir lentamente mis ojos, el sonido del tren pasar con frenesí sobre las viejas vías del tren me pusieron la carne de gallina, las cosas se movían con un poco de rapidez debido a la cercanía, a la velocidad de aquella máquina que transportaba a miles y miles de pasajeros con destinos a sus trabajos.

Inclusive las puertas de las habitaciones y la puerta de la casa se movían golpeando levemente los marcos, las bisagras rechinaban y los vasos que habia sobre la mesita de madera se movían levemente a causa de que aún tenían agua en estos.

La avenida Lexington es una de las tantas por donde pasa la línea 4, misma línea de tren que viaja hasta Manhattan y Brooklyn, la forma más rápida de llegar en pocas palabras.

Me muevo un poco aun con los espasmos de sueño queriendo apoderarse de mí una vez más, la manta sigue cubriendo mi cuerpo y la almohada sigue en las piernas del hombre que está profundamente dormido de una manera en la que sé, su cuerpo le dolerá bastante.

Esta algo chueco, la postura que tiene es ladeada hacia él apoya brazos de aquel sofá, su codo esta encima de este y su mano se ha dedicado a sostener su cabeza con fuerza, noto como Rami pareciera disfrutar de aquella posición en la que se encuentra, pero lo vuelvo a repetir, estará arrepentido de no haberse movido en toda la noche.

El sonido de aquella maquina poco a poco va desapareciendo, las cosas dejan de temblar y las ventanas dejan de golpearse con fuerza sobre las bisagras y los marcos incluyendo a las puertas.

Bostezo, cubro mi boca con mi mano y con aquella manta, el sonido de la campanita de aquel celular que esta sobre la mesita llama mi atención tras ver que el celular se ha encendido dejando ver aquel fondo de pantalla que me prometo en algún momento cambiar.

La foto de aquella boda mía y de Michael, fotografía en donde Chris, Narian, Michael y yo estamos allí, posando con sonrisas grandes, incluso Desoto estaba presente mientras que Chris lo abraza con fuerza mirando hacia aquella persona que nos fotografió después de haber terminado con todo el procedimiento del casamiento.

Una vez la campanita vuelve a sonar, estiro mi mano hasta aquella mesita tomando el aparato que estaba al costado de mi arma, cuando tomo el celular me dedico a desbloquearlo entrando a la aplicación de mensajes.

No puedo creer que haya tantos mensajes y llamadas, no puedo si quiera creer que de verdad esto esté pasando, incluso Alice me ha escrito, hay cinco mensajes de cuales solo puedo leer uno sin necesidad de abrir su contacto, pero el que llamo mi atención fue el de Harry, que a pesar de tener más de quince mensajes suyos seguía escribiendo más.

Abrí su contacto al momento en que el último mensaje que estaba escribiendo se me fue enviado, un suspiro abandono mis labios al momento en que comencé a leer todos aquellos mensajes atrasados.

"¿Estas bien?, dime donde estas para ir a buscarte, nena lamento mucho lo que ha sucedido me he enterado, Michael vino a noche exaltado con la esperanza de que estuvieras conmigo y con Rachel, por favor respóndeme"

Succione mis labios y tome el celular con ambas manos─: "Estoy bien... no te preocupes por mí, quisiera darme algunos días alejada de esto, pensar por mí, pensar por Chris y si es posible o razonable, quiero pensar por él, por el daño que tanto nos hemos hecho. No te ofendas, pero quiero solucionar esto por mi cuenta sin ayuda de nadie."

Envié el mensaje a Harry quien de inmediato lo leyó. Salí de aquel chat para dirigirme al chat de Lara, quien también podía leer un poco angustiada, un poco fuera de sí misma.

Me dedique a responderle de la misma manera en que le respondí a Harry, a decir verdad no quería meter a nadie en mis asuntos, no quería que lo vieran como un problema del cual sabía que no saldría fácilmente, del cual no habría una solución tan rápida y eficaz.