02

2.4K 110 2
                                    

Cuando finalizó la canción, me levanté de la mesa y fui hacía la barra para tomarme un mojito. Mientras la chica preparaba mi bebida, decidí mandarle un mensaje al grupo de mis amigas para preguntarles si podían venir a buscarme, ya que no quería avisar a mi manager o papá que no me encontraba en el hotel y dañé el auto de un desconocido. Me matarían. Guarde el celular y me puse a mirar el lugar. Es hermoso. Tenía pósters de varios artistas por todos lados y algunos graffitis.

-Hola, linda. -me asuste al escuchar que me hablaban. Me di vuelta y vi que era el chico que estaba cantando hace un rato.
-Hola. -lo saludé y, acto seguido, le di un beso en el cachete. Es una forma de saludarnos que tenemos en Argentina.
-¿Cómo te llamas? -hizo un gesto con la mano llamando a la chica de la barra.
-Cristina, ¿y vos? -tomé un sorbo del mojito.
-Sebastian. -sonrió.- ¿De qué parte de Argentina eres?
-De Buenos Aires, ¿y vos sos de Colombia, no? -pregunté, aunque ya sabía la respuesta.
-Sí, ¿se me nota mucho en el acento?
-Sí. -reí.
-Y dime, Cristina, ¿qué te trae por Chile? Es muy raro ver turistas, ya que no es época de vacaciones. -preguntó mientras se llevaba una aceituna a su boca. Hice una expresión de sorpresa, ya que no me esperaba que no me reconociera.
-Mmm, vine de visita, tengo familia acá y hace años no venía a verlos. -hice una mueca.- ¿Y vos?
-Yo, pues, vine por trabajo. -me miro a los ojos.
-Ahhh, ¿de qué? ¿músico?
-No. -rió.- Mi familia no estaba pasando por un buen momento económico y decidí venir a Chile para trabajar y poder ayudarlos en ese tema.
-Ay, pensé que viniste a probar esa onda de los músicos, viste que hay personas que viajan a otros países para probar e intentar.
-Sí, ojalá algún día se me dé la oportunidad, pero, mientras tanto, mi familia esta primero. -moví la cabeza en forma de aprobación y le sonreí. En ese momento, se acerco una chica para pedirme una foto. Sebastian quedo un poco atontado. La chica se fue y se vino la pregunta.- ¿Y eso qué fue?
-No tengo ni la más mínima idea. -reí un poco nerviosa.
-Bueno, hay cada loco suelto en la calle. -reí con su comentario.

La charla siguió e hicimos una ronda de shots. No soy muy fan de tomar bebidas alcohólicas, así que tomé muy poco y a Sebastian le causo gracia eso, ya que no esta acostumbrado a ver chicos y chicas de mi edad que son muy tranquilos.

-Oye, Cristina, ¿me quieres hacer el honor de cantar karaoke conmigo? -se arrodillo y me estiro la mano, espero a que yo le dé la mía.
-Obvio que si, Sebastián. -le di mi mano, sonrió. Se levanto del piso y nos dirigimos al mini escenario que tenía.

Cantamos varias baladas, urbanas, pop y de otros géneros más. En un momento, para la música y agarra su guitarra. Empieza a tocar varias canciones y quedo anonada viéndolo tocar y cantar. Apenas lo conocí y ya admiro esa pasión que le pone cuando canta.

-Wow, estoy sorprendida. -levantó las cejas y abro grande los ojos.- Nunca escuché esas canciones.
-Son mías. -lo miré sorprendida.
-Tenes un talento enorme, en serio te digo. -lo miró a los ojos.- Naciste para esto, te tenés que dedicar a la música.
-Me encantaría, es un sueño para mí, pero es muy difícil llegar a estar a la altura de artistas tan reconocidos, mientras tanto, disfruto de cantar en bares.
-Mirá, yo... -en ese momento empieza a sonar mi celular y veo que era una llamada de Cami. Contesto y me avisa que esta afuera del lugar esperándome.- Tengo que irme, vinieron a buscarme. -hago un puchero.
-¿Ya te tienes que ir? La estábamos pasando tan bien. -empezamos a caminar hacia la salida del lugar.- ¿Te puedo preguntar algo?
-Sí, claro.
-¿Me darías tu número? -sonrió ante la pregunta.
-Dame tu celular. -él sonríe y saca su celular del bolsillo. Me agendo y se lo entrego.- Después, mandame un mensaje así tengo yo también tu número.
-Claro que te voy a hablar. -empieza a acercarse a mí a tal punto de que empecé a sentir su respiración.
-Nos vemos. -me alejo sonriendo y subo corriendo las escaleras.

Cuando abro la puerta, doy la vuelta para verlo y estaba saltando como loco. Reí y salí. Vi el auto de Cami y fui corriendo. Cuando me ven, empiezan a saludarme como locas con la mano. Abro la puerta del auto y entro.

-¡Dios, Cristina! Estábamos preocupadas. -habla Sol.
-¿Estás bien? ¿No te paso nada? -pregunta Cami mientras me tocaba la cara para ver si no tenía ningún golpe.
-Chicas, ¡Tranquilas! Estoy bien, no se preocupen, caí en perfectas manos. -sonrió y me muerdo el labio inferior.
-Bueno, nos alegramos por eso, después nos cuentas todo, ¿sí? -dijo Cami. Asentí y mi celular vibró. Lo saque y vi que era de un número que no tenía agendado.

DESCONOCIDO: Hola, linda! Soy sebas ;)
CRISTINA: Mmm, creo que te equivocaste de número

DESCONOCIDO: Uy, mil disculpas
CRISTINA: MENTIRAAAA JAJAJAJA
CRISTINA: Soy yo, Cristina, jajjajajajajajjaja
SEBASTIÁN: Ya me estas haciendo bromas jajajaja

SEBASTIÁN: Te aprovechas de que soy torpe

Es inexplicable la felicidad que sentía al hablar con él. Es un chico bastante gracioso y era imposible no sonreír estando con él.

-Uyyyy, ¿y esa sonrisa Cristina? -dijo Cami sin despegar su vista del camino.

-¿Qué? -despegué mi mirada del celular sin entender nada.

-No puedo aguantar más para llegar al hotel y que nos cuentes todo, así que lo tienes que hacer ahora. -dijo Sol con una mirada pícara.

-Bueno, conocí a un chico, se llama Sebastián y es colombiano. -empecé a contarles todo lo que paso ahí adentro, no era la gran cosa, pero ellas estaban tan emocionadas que hasta pegaban grititos de la alegría.

-¿Y se besaron? -pregunto Sol un poco ilusionada con mi respuesta.

-Ay, no, no soy así de rápida. -reí.- Además, no quiero empezar a sentir algo. Es muy complicado tener una relación a distancia, no tengo una muy buena experiencia con eso. -hice una mueca y miré para abajo.

En estos últimos años, me costaba demasiado poder tener una relación a distancia y más cuando estoy de gira o haciendo otros proyectos. Estoy constantemente en movimiento, viajando de un país a otro. Mis relaciones duraban menos de un año o, si duraba más, se volvía muy tóxica y me hacía demasiado mal ya que lloraba en los shows, y no me gusta que mis fans me vean llorar de tristeza y no de emoción. Esa es una de las cosas negativas que tiene todo el mundo de la fama.

Cristina. {Sebastini}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora