Cristina. {Sebastini}

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Era el día del show y estábamos todos estresados. No porque las cosas estén yendo mal, sino que queremos que todo salga a la perfección para que los fans se lleven una buena impresión. 
Ayer, apenas llegué de la cafetería, Rebecca, empezó a darme tremendo sermón, pidiéndome que le expliqué a dónde fui realmente. Le conté todo lo que paso y casi se desmaya. Básicamente, dijo que no vuelva a acercarme a él porque iba a terminar muy mal, no porque él sea mala persona, sino porque los fans, y hasta Sebastián, pueden pensar cualquier cosa. Cuando lo vea acá, definitivamente, se va a desmayar. 
Faltaba una media hora para el show y ya estaba vocalizando. Tenía puesto un hermoso vestido rojo, como de princesa, el pelo recogido en media cola y un maquillaje tranquilo. Es uno de mis vestuarios favoritos hasta ahora, pero eso no quita que extrañé mucho los shows con tremenda producción. Después de que tenga al bebé, vamos a comenzar a planear esa gira que tanto deseo. 

-¡Quince minutos! -gritó un chico. 
-Bueno, falta poco, ¿Querés retocarte un poco el labial? -preguntó Vanessa.
-No, estoy bien -respondí.
-Estás preciosa -dijo.
-Gracias -dije. Le di un abrazó y me levanté de la silla. 

Agarré una bata y me la puse. Salimos del camerín y caminamos por el largo pasillo del Teatro, hasta llegar al escenario. Hicimos un visual cortito para la intro del show. Los gritos se hicieron más fuertes cuando apareció éste en la pantalla. El visual terminó y salí a escena. Una enorme sonrisa se asomo a mis labios cuando vi al público. 

-¡Buenas noches, Madrid! -dije por el micrófono-. ¿Cómo estas? 
-¡Bien! -gritaron al mismo tiempo.
-Me alegro muchísimo, estoy muy contenta de volver a estar acá con éste show acústico. Espero que sea una noche inolvidable para ustedes -dije sonriendo-. ¿Están listos para el primer tema? -el público empezó a gritar. 

Les sonreí y los músicos empezaron a tocar "Respirar". El show, siguió y, aunque sea un show acústico, la estaba pasando hermoso. Lo que tenía de especial, era la cercanía que sentía. Era una sensación diferente a lo que sentía con mis shows grandes. 

-Bueno, ésta es la última canción, se llama "Quiero Volver", es una canción que mucho de ustedes conocen. Es una de mis canciones favoritas y más especiales de éste último álbum: habla sobre las despedidas y no solo en lo amoroso, sino las despedidas en general, con la familia, amistades, personas a las que quiero demasiado. Prácticamente, vivo arriba de un avión y no veo mucho a las personas que amo, cuando estoy con ellas, trato de disfrutarlo al cien y, bueno, nada. Antes de que me ponga sentimental, quería agregar -hice una pausa y seguí hablando-. Ésta canción también es muy especial porque la cantó junto a una persona que se volvió súper importante para mí en tan poco tiempo -el público gritó apenas dije esto-. Me encantaría que esté acá para que la cantemos juntos, pero, bueno, la próxima será. 

Me acerqué al borde del escenario y, como pude, me senté en éste. La melodía empezó a sonar y canté la primera parte de la canción. Cuando llegó la parte de Sebastián, el público comenzó a gritar más y a mirar detrás de mí. Me di la vuelta y vi a Sebastián. Abrí la boca, sorprendida, y fui corriendo hacía él para abrazarlo. Terminamos de cantar la canción y nos abrazamos nuevamente. 

-¿Ustedes sabía que él iba a venir? -pregunté mirando a los músicos y coristas. Todos afirmaron con la cabeza mientras reían.
-Les dije que no te digan nada, lo sabían todos menos tú -dijo Sebastián gracioso.
-Ay, amor -dije sin poder creerlo-. Gracias por venir, en serio, sé que tu agenda está apretadísima y que te hayas tomado aunque sea un tiempito para venir significa mucho para mí. 
-Lo que sea por vos -dijo. Le sonreí y le di un pico.
-Un aplauso para Sebastián -dije. El público aplaudió, y a la vez gritó, cuando Sebastián se retiro del escenario.