16

1K 70 5
                                    

A mi lado, se encuentra Sebastián riendo con el entrevistador. Sonrió falsamente cuando veo que me mira -es un pelotudo- pensé.

-Y bueno, chicos, ¿hace cuánto se conocen? -pregunto el periodista mientras frotaba sus manos.

-Hace poco, cuando grabamos la canción. -sonreí a medias.

-Sí, igual, parece que nos conocemos hace muchísimo tiempo, ¿o no, Cristina? Nos llevamos muy bien desde el momento cero.

-Sí, como digas. -rodé los ojos.

-Bueno, espero que está amistad dure para toda la vida. -dijo el entrevistador. Dios no te escuché señor-. Y, cuentenme, ¿en qué se inspiraron al momento de escribir la canción?

-Bueno, yo, me inspire en mi familia, amigos, algunos piensan que la escribí especialmente para Pepe, pero, la realidad, es que no. -hice una pausa y continúe-. Siempre que estoy de gira y demás, extraño demasiado mi familia, mi país, mi cultura, extraño todo básicamente.

-Wow, y uno siempre piensa que una canción es para su novio o novia, pero, al final, en general, abarca toda su vida. -dijo haciendo un círculo con sus manos.

-Exactamente. -respondí acomodando los audífonos.

-¿Y tú, Sebas?

-Yo me inspire en una niña, totalmente diferente a lo de Cristina. -reímos-. La conocí hace más de un año, ella estuvo de pasada en Chile y tuve la suerte de conocerla. -respondió.

-¿La has vuelto a ver?

Los tres, nos quedamos callados.

-Sí. -respondió cortante.

-¿Y le has pedido que sea tu novia? -pregunto con un tono gracioso.

-Ella ya tiene novio.

-Uy, no me esperaba eso. -dijo el entrevistador un poco incómodo.

-Sí, igual tranquilo, tengo una fila larguísima de chicas que se mueren por mí. -dijo y se acomodó un poco la camisa que, por cierto, estaba desabrochada dejando a vista su pecho.

-Me imagino. -dijo riendo el entrevistador-. Después quiero que me pases tus tácticas. -guiño un ojo.

Sentí calor en mi cara: me puse colorada. Los chicos notaron eso y empezaron a molestarme.
La entrevista siguió y hubo demasiadas risas, y cargadas de Sebastián. Ahora le tengo más paciencia.

-Bueno, chicos, fue un gusto tenerlos acá. -dijo el entrevistador que, por cierto, nunca supe su nombre-. Gracias por haber venido y espero que vuelvan. -sonrió.

-Muchas gracias por tu tiempo. -agradecí-. La pase muy bien.

-Lo mismo digo. -dijo Sebastián.

Saludamos a el entrevistador, y su equipo de trabajo, y nos fuimos a almorzar por ahí.

-¿A dónde vamos a almorzar? -pregunté a todo el team.

-Mhm, no sé, con los chicos ya hicimos una reserva. -dijo Rebecca.

-Ah, bueno, entonces voy con ustedes. -dije acomodandome la cartera.

-Es que la reserva ya está hecha para nosotros seis. -dijo, éramos ocho en total.

-¿Por qué no me avisaron antes? -pregunté.

-Es que, cómo dijiste que iba a venir Pepe, pensamos que ibas a ir con él. -respondió en voz baja.

-Pero dije que no iba a venir.

-La reserva ya estaba hecha desde antes, perdón. -saco su celular y miro la hora-. Estamos llegando tarde. -acomodó bien su cartera y pidió el primer taxi que vio pasar por ahí. Los chicos ya se habían ido, dejándonos a Sebastián y a mí solos.

-Bueno, entonces quedamos nosotros dos solos. -dijo Sebastián-. ¿Quieres que vayamos a comer a un restaurante que queda cerca de aquí?

-Mhm. -hice una mueca-. Bueno, dale. -respondí.

Comenzamos a caminar, en un silencio total. De reojo, veía a Sebastián mirarme a cada rato. En eso, mi celular comenzó a sonar, era una llamada. Saqué mi celular de mi cartera y vi que era una llamada entrante de Pepe. Mi cara, se iluminó al instante.

-Hola, amor. -dije alejándome un poco de Sebastián.

-Hola, Cristina. -dijo triste.

-¿Qué paso? -pregunté un poco preocupada.

-Nada. -suspiro-. Tengo que decirte algo.

-¿Es muy grave?

-No sé cómo te lo vayas a tomar. -dijo-. Pero, ya no quiero estar contigo.








NOTA: Pido disculpas por mi desaparición de estos días! Estuve de viaje y por eso no pude actualizar. Hoy subo maratón para compensarles ❤

Cristina. {Sebastini}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora