08

1.5K 82 3
                                    

PUNTO DE VISTA DE CRISTINA:



Estaba a unas dos horas de empezar el show. En estas pocas horas, no pude parar de pensar en Sebastián. Lo llamaba cada, literalmente, un minuto, tenía como cincuenta y siete llamadas sin responder. 
Intenté una vez más y fue en vano; no contesto. Miré para todos lados, tratando de encontrar alguna solución, hasta que vi el colgante que me regalo y se me ocurrió algo. 
Llame a Oscar, mi seguridad.

-¿Sí, señorita? -dijo abriendo la puerta del camerín. 
-Necesito un favor. -sonreí grande y él rodó los ojos mientras sonreía.
-¿Qué necesita? -pregunto.
-Necesito que mandes una credencial de acceso y una entrada a un muchacho. -respondí.
-Mhm, ¿acaso estuvo todo este tiempo con ese chico? -levantó los ojos. Me sonroje y mordí mi labio inferior de los nervios.
-Larga historia, ¿me harías ese favor? Por favor. -junte mis manos e hice un pucherito.
-¡Claro que sí! Como decirle que no a la mimada del equipo. -apretó mi cachete. Aplaudí y agarré una cajita. 
 
Me pare y fuimos juntos a hablar con la dueña de la Arena. 

-¡Hola! -grité cuando la vi.
-Ay, Cristina. -dijo asustada.
-Necesito que me hagas un favor. -dije.
-Dime. -relamió sus labios.
-Necesito que me des una entrada y un acceso al backstage. -sonreí grande.
-¿Y se puede saber para quién es? -levanto sus cejas.
-Ay, son unos chismosos. -dije haciendo referencia a Oscar y la dueña de la Arena. Reímos.
-Sí, toma. -me entrego lo que le pedí y la abracé. 

Le pedí un marcador o lapicera y me lo entrego -pido muchas cosas, sí-. Y escribí en el acceso "Perdóname Sebas!! Quiero verte". Guarde este y la entrada, en la cajita y se la entregue a Oscar. La verdad, es que no tenía ni la más mínima idea de dónde se podría encontrar Sebastián en estos momentos, pero, supongo, que se encontraría en el bar dónde nos conocimos. Ya que me dijo que él pasaba sus fines de semana en ese lugar. 
Oscar, salió corriendo al bar. Lo único que me queda, es esperar y rezarle a mi Dios que este ahí. Tenía muchísimas ganas de verlo y poder explicarle todo.  

-¡Cristina! -unos gritos hicieron que salga de mis pensamientos. Me di la vuelta y vi que eran Camila y Sol.
-¡Chicas! -esta vez, grité yo. Las tres abrimos nuestros brazos para hundirnos en un abrazo.- Las extrañé mucho. -dije haciendo pucherito.
-Mhm, eso no se notó. -dijo Camila un poco celosa. Rodé los ojos y reí.- Tienes que contarnos todo lo que hiciste.
-Es un poco largo creo. -dije dudosa.
-¡Dale! -insistió Sol.- Sabemos que estuviste con el colombiano.
-Me atraparon. -reímos.- Creo que no hay mucho que contar, seguramente los paparazzis estuvieron atrás de nosotros en estos días. -rodé los ojos.
-Eh, no. -respondieron ambas.
-La verdad, es que la pensaron bastante bien en saber a qué lugares ir sin que te reconozcan. -dijo Sol.
-Sebastián no sabía que soy bastante conocida acá. Directamente, ni sabía quién era la famosísima Cristina Valdez. -respondí.
-Con razón, ahora todo tiene sentido. -dijeron ambas.
-Se nos hacía muy raro que él no ande publicando fotos contigo y cosas por el estilo. -hablo Camila.
-La mayoría de los chicos con los que estuviste, a los días de empezar a conocerse, subían fotos contigo y así los paparazzis podían tomarles fotos, y crear rumores. -dijo Sol. Tenían mucha razón.
-Sí... -dije.- Pero, bueno, ¿quieren que les cuente qué es lo que paso? -pregunté sonriente. Ambas empezaron a saltar de la alegría y nos fuimos las tres a mi camerín a hablar.

Las horas pasaron volando y faltaban diez minutos para el show. Estábamos a un par de metros del escenario. Hicimos una ronda con todos los músicos y bailarines. Hicimos nuestra oración y contamos hasta tres, levantando nuestras manos mientras sacudiamos las manos. El vídeo introductorio al show ya estaba en pantallas y los gritos se hicieron presentes. 
Empecé a hacer un poco de movimiento corporal para sacar los nervios de encima. Es el primer show grande que hago en Chile y no esperaba que tenga el éxito que tuvo. Mire para mi costado y estaba Oscar. Levantó ambos hombros y me sonrió. Supongo que no pudo encontrar a Sebastián.

Cuando llego mi turno para salir al escenario y mi sonrisa se hizo presente cuando vi a todo el público. Empezó a sonar la canción y todo el público se puso de pie. 

-¡Buenas noches, Chile! -hablé por el micrófono. El público grito más. 

Empecé a cantar y el público también. Estaba sorprendida porque se escuchaba más el canto del público que el mío. El show empezó con "Confía en mí". Hice una parte de la coreografía, mientras el público saltaba a la par del ritmo de la canción. 
Mire para el costado del escenario, para poder ver a mi familia y equipo. Pero, para mi sorpresa, vi a otra persona; Sebastián. Me miro con una sonrisa más grande de lo me acostumbre a ver. Le devolví la sonrisa y seguí con el show, más feliz de lo normal. 

El show continúo y llego el fin. Corrí hacía el backstage, en dónde me esperaba mi manager, y asistente personal, con una botella de agua. Los paparazzis y algunos fans, empezaron a rodearnos y a mi lado ya se encontraba Oscar. Con la mirada empecé a buscar a Sebastián, hasta que lo pude visualizar. Empecé a caminar más rápido hacía él, hasta que lo tuve frente mío. Lo abracé fuerte. Nos separamos y nos miramos a los ojos, sin parar de sonreír. 

-Estuviste increíble y hermosa. -dijo. 

En ese momento, mi manager me saco de ahí para llevarme a una conferencia de prensa que iba a hacer. Me saque un par de fotos con los fans mientras iba caminando al lugar. Miré hacia atrás y vi a Sebastián irse. 
Quería correr hacía él, abrazarlo y darle muchos besos, pero todo esto me lo impedía y me daba rabia eso. 
La conferencia de prensa empezó y no veía la hora de que termine. Odiaba las preguntas que hacían: sobre mi ex, si tengo novio, si tengo rivalidad con otra artista, y demás preguntas. Lo único que quieren es generar polémica. No les interesa mi música y eso me ponía triste. 

Cuando termino todo, fui a mi camerín para cambiarme y marcharme del lugar. Al entrar, vi que, en la mesa de maquillaje, había un papel. Lo agarré curiosa y la abrí; era de Sebastián. Reconocí esa letra al instante. 
Mis ojos se llenaron de lágrimas al instante al leer lo que decía. Era una canción para mí.

Cristina. {Sebastini}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora