Cristina. {Sebastini}

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Me levantó a las diez de la mañana por la intensa luz que entra por la ventana. Refriego mis ojos y veo que a mi lado se encuentra durmiendo Ariana. Sonrió y le doy un beso en su cabeza. Decido salir de la cama para ir directo al baño y hacer mi rutina diaria.

Agarró una caja de cereales y vierto el contenido sobre un plato hondo. Agregó un poco de leche y agarró una cuchara para así poder desayunar. Llevó una cucharada de mi cereal con leche a la boca y masticó ésta. Mi celular empieza a vibrar y lo sacó del bolsillo de mi pantalón de pijama. Desbloqueó el celular y vi que tenía varios mensajes: de Robert, Malu, mi mamá y, ¿Cristina? Intrigado, entró rápidamente al chat. 

CRISTINA: Hola, Sebastián, Sebas, Sebitas, amor, bebé, como más prefieras que te diga. Pero, hoy, decido llamarte Sebastián. Tuvimos una historia larga, hermosa e inolvidable. Hiciste que haga sentir cosas que jamás sentí y en tan poco tiempo. Fuiste el amor de mi vida y lo vas a seguir siendo aunque vos y yo vayamos por caminos diferentes con personas diferentes. 

Es tan loco saber como aquella noche de septiembre del dos mil diecisiete nos cambió la vida, entrando a ese bar y verte a vos, con tu guitarra y mil sueños encima. Es tan loco saber como aquella tarde de agosto de dos mil dieciocho la vida nos dijo "Ésta es su segunda oportunidad", encontrándonos en aquella premiación. Es tan loco saber como aquella noche de enero de éste año la vida nos dijo "Acá va su regalo de vida" y como nos arrebato nuestro regalo de vida, nuestro tan amado y esperado "porotito". Pero así es la vida, ¿No? Siempre nos pone obstáculos y siempre tenemos que superarlos, estemos juntos o no. 

Me enteré que ibas a hacer un show privado en Colombia, así que, no tuve mejor idea que ir a buscarte, como noviembre del año pasado, ¿Te acordás? Hace casi un año. Vine con las ilusiones de recuperarte, recuperar lo nuestro y volver a empezar de cero. Pero fue todo lo contrario. A pesar de todo, siempre te voy a amar. Sé que vos ya no sentís lo mismo y ¿Sabes qué? Me duele y, por otro lado, no. Me duele que no estés conmigo, pero me hace feliz saber que estás con otra persona y que ella te hace feliz. Entiendo que ahora estás mejor sin mí.
En fin, te escribo desde el aeropuerto, estoy a menos de una hora de irme. No quiero que te pongas triste, me odiaría por hacerte sentir así. Sólo quería decirte esto, me lo guardé por mucho tiempo y creo que ya era hora de decírtelo y soltarte.

Gracias por tanto amor, por tanta felicidad. 

Te amo por y para siempre, Sebitas.  

Quedó varios minutos pensando en toda la situación y todo comenzó a tener sentido; el collar era de Cristina, ella estuvo en el show, y nos vio a mí, y Ariana, juntos. Cierro los ojos con fuerza y bufó, frustrado. 

-Mierda -susurró por lo bajo.
-¿Qué paso, lindo? -preguntó Ariana. Me asusté y salté un poco de la silla.
-Ariana, me asustaste -dije riendo. Ella río y tomó mi cara con ambas manos, para darme un dulce y delicado beso. 
-Voy a prepararte el desayuno -dije. 
-Bueno -dijo sonriendo. Me levanté de la silla y fui directo a la heladera para agarrar dos huevos-. ¿Quién es Cristina? -pregunta. Apenas preguntó eso, los huevos se me resbalaron de las manos. 
-Ella es... -fue lo único que pude decir ya que ella interrumpió.
-¿Es tu novia? -preguntó. Sentí un poco de dolor en sus palabras, lo que hizo sentirme mal.
-No, Ariana, no -respondí.
-¿Ella es la chica de tus fotos, no? -preguntó nuevamente.
-¿De qué hablas? -pregunté.
-Vi tu celular el otro día, Sebastián -dijo cruzándose de brazos-. Dices que me quieres, que quieres estar conmigo, intentar algo, ¿Pero seguís sin superar a tu ex-novia? Sigues conservando fotos con ella, sigues mensajeando con ella, ¿En serio me quieres, Sebastián? ¿O sólo estás conmigo para olvidarte de ella? 
-Ariana, yo sí te quiero y sí quiero estar con vos, ¿Por qué dudas de eso? Cristina, era mi novia, fue la primera persona de quién me enamoré. Pasaron cosas y nos tomamos un tiempo, te conocí a vos y, te juro que, no quiero estar con otra persona que no sea contigo -dije. En parte, sentía que mentía y me dolía hacérselo a ella. 
-¿Me lo juras? -preguntó.
-Te lo juro -respondí. Se levantó y vino hacía mí para abrazarme. 
-Te quiero mucho, Sebas -dijo sonriendo. En sus ojos pude ver un brillo especial, lo cuál hizo que mi corazón empiece a latir rápido. 
-Y yo a ti, Ariana -dije dándole un dulce beso.