Cristina. {Sebastini}

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Dos meses después.

Finalmente, hoy, sabría el sexo de mi bebé. Casi no pude dormir de los nervios, y eso que a mí me encanta dormir. Carola, me acompañaría hoy ya que, mi familia, está ocupada.
Escuchó el timbre de la casa sonar y voy corriendo a abrirla, con los papeles y cartera en mano.

-Holi -dije apenas vi a Caro. Nos saludamos con un beso y salgo de la casa.
-¿Cómo estás? ¿Nerviosa? -pregunto mientras subíamos al auto.
-Sí, demasiado -respondí-. Casi ni dormí de los nervios.
-Ya veo -dijo riendo-. ¿Qué decís que sea?
-Mhm, yo creo que es varón -dije-. Pero, de cualquier manera, me da igual, lo único que quiero es que sea sano.
-Para mí, es nena -dijo-. ¿Querés apostar? -propuso.
-Ay, Caro -dije y empecé a reír.
-Y, bueno, contame qué onda las cosas con Sebastián -dijo.
-Mhm, no hay mucho por contar, desde que se mudo, nos vemos casi todos los días, yo voy a su departamento o él viene a casa, o arreglamos para salir a almorzar -dije-. Siempre llama para saber cómo estoy yo y el bebé.
-Amiga, creo que le gustas y vos también te gusta él -dijo molestándome.
-Pero no me gusta -dije riendo-. No hay nada entre nosotros, solo somos amigos y ya.
-Mhm, como vos digas -dijo riendo.

Llegamos a la Clínica Maternal y estacionamos el auto en frente. Bajamos del auto y cruzamos la vereda. Entramos a la Clínica y me anuncié en recepción. Esperamos en la sala hasta que me llamaron. Fuimos al consultorio de la obstetra e hicimos el procedimiento habitual.

-Bueno, esto ya lo sabes, voy a poner éste gel sobre el abdomen, vas a sentir un poco de frío al principio -aviso. Puso el gel sobre mi abdomen y me estremecí del frío. Comenzó a mover el aparato sobre mi abdomen y miramos la pantalla-. Okey, por lo que puedo ver, está muy sano -dijo-. Pesa quinientos gramos y mide veintiocho centímetros -dijo. Sonreí.
-¿Y qué es? -pregunto Caro ansiosa. La obstetra río.
-A ver -dijo acercándose más a la pantalla-. Oh, tenemos una hermosa bebé sana -dijo sonriendo mientras me miraba-. Felicidades, es una nena.