-Te extrañé -dijo Sebastián medio del beso.
El beso comenzó a subir de tono y, fue ahí, cuando me separé. Recuperé un poco el aire y me senté en la cama. Lo miré y vi que él estaba en la misma situación.
-Lo que estamos haciendo, está mal -dije retractándome.
-¿Por qué? -preguntó Sebastián-. Es lo que querés y lo que yo también quiero.
-Ya sé, pero, ¿y la chica con la que estás saliendo? -pregunté-. Ella, seguramente, está ilusionada con vos y no me gustaría que le rompas el corazón.
-No te preocupes por Camila, no es algo serio tampoco -respondió.
-Por lo que estuviste contando, querías llevarlo a algo serio -dije-. Ya no soy la misma nena de hace unos años, crecí y no estoy para jueguitos -dije planteando mi situación-. No quiero ponerte en una situación comprometedora, pero vas a tener que elegir y, cualquiera que sea tu elección, voy a estar de acuerdo con vos.
Sebastián se quedo un largo tiempo pensando y decidió romper el silencio. Se sentó al lado mío y agarró mi mano.
-Tenés razón -dijo-. Voy a tomarme mi tiempo, más por vos que por mí, no me gustaría que vuelvas a salir lastimada y tampoco quiero perderte.
Le sonreí y él me devolvió la sonrisa. Levantó un poco la cabeza y me dio un besito en la frente. Cerré los ojos ante el tacto de sus labios con mi piel y sentí, después de tanto tiempo, las mariposas en mi estómago.-Bueno, me voy a dormir -dijo Sebastián levantándose de la cama para irse a la habitación de invitados. Pero, apenas se levantó, agarré su mano, parándolo.
-¿No querés dormir conmigo? -pregunté un poco tímida.
-¿Me lo preguntas en serio? -preguntó un poco sorprendido.
-Sí -respondí-. Si no te molesta, si querés, puede ser solo por hoy -dije rápido. Sebastián, río.
-Sí, linda, no tengo problema -respondió sonriente.
Le devolví la sonrisa y nos acostamos en la cama. Nos quedamos mirando fijamente y, nuevamente, decidí volver a darle un beso. Me puse sobre él y, a medida que el beso iba poniéndose más intenso, mis manos jugaban con su pecho.
-Okey, okey, mejor paró -dije volviendo a mi lugar. Sebastián río y me dio un pico.
-Haces muy fácil que me vaya enamorando poco a poco -dijo sonriente.
Rodé los ojos y sonreí. Me di la vuelta, dándole la espalda y sentí una de sus manos posarse sobre mi cintura. Probablemente, voy a sonar muy intensa, pero los sentimientos que empiezan a surgir hacen que vuelva a sentirme una adolescente.
ESTÁS LEYENDO
Cristina. {Sebastini}
FanfictionY aunque yo esté en otra parte, soy más feliz porque yo pude encontrarte. Y aunque no tenga la certeza de volverte a ver, es tuya esta canción. Recuérdame...