22

821 61 16
                                    

PUNTO DE VISTA DE CRISTINA:

Pasaron dos meses desde que nos tomamos un tiempo con Sebastián. Me sentía un poco mejor conmigo misma, pero el dolor por la pérdida de nuestro bebé seguía presente. 
Hoy, después de tanto tiempo, salgo con mis amigas. No quería ir a lugares muy ruidosos, así que, decidimos ir a un bar. 
Llevé uno de mis dedos hacía mis labios, esparciendo un poco el brillo labial que había colocado recientemente. Miré a Cami y pregunté, por milésima vez, cómo estaba.

-¿Qué tal estoy? -pregunté, otra vez.
-Estás hermosa, amiga, me lo preguntaste muchas veces -respondió.
-¿Vos decís? -dije. Toque un poco mi panza y di media vuelta para ver la parte de atrás.
-Sí, ¿Por qué tanta inseguridad? -preguntó.
-Mhm, no sé. Es que hace mucho no salgo y... -interrumpió.
-Sé que para ti es duro salir, después de tanto tiempo, por todo lo que pasaste. Pero, créeme, estás hermosa, es hora de salir y olvidarte de todo lo malo -dijo sonriendo. Le devolví la sonrisa y le di un abrazó. 

Me saqué una foto y la subí a mi cuenta personal privada de Instagram. Allí, me siguen familiares, amigos y conocidos. Hace poco hice ésta cuenta para poder subir boludeces y cosas que no me ánimo a subir a mi cuenta pública para "cuidar mi imagen".

@mellamocristina: Al fin salgo de mi cueva después de tanto tiempo omg gracias, amiguis, por esto y a darle toda la noche ::::DDDDD

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

@mellamocristina: Al fin salgo de mi cueva después de tanto tiempo omg gracias, amiguis, por esto y a darle toda la noche ::::DDDDD

Empezaron a llegar las chicas y, cuando ya estábamos todas, nos subimos al auto y partimos rumbo al bar. 
Cuando llegamos, estaban pasando "Princesa", una de mis canciones del último álbum. Empezamos a mover la cintura junto con el ritmo de la canción. Cuando termino la canción, reímos mientras aplaudíamos y fuimos a una de las mesas para sentarnos a comer y tomar.

-Es la primera vez que salgo y pasan una canción mía -dije.
-Esa canción la rompe y a la gente le encanta -dijo Martu. Se acerco un mozo y nos entregó, a cada una, el menú. 
-Quiero llorar de la emoción porque tienen algo vegano -dijo Camila. Reímos y ella nos miró seria-. Es difícil ser vegana cuando salís a comer.
-Francisco, se hizo vegetariano y está igual que vos -dije.
-Él si me entiende -dijo. Volvimos a reír y el mozo se volvió a acercar para tomarnos la orden.

Cuando terminamos de pedir, se fue y empezamos a hablar de tonterías, y de nuestra vida. Me pusiera al día con sus cosas y estaba más que feliz por como les estaba yendo en sus vidas.

-No sé si querés hablar del tema, pero, ¿No volviste a hablar más con Sebastián? -preguntó Carolina.
-Hasta el momento, no -respondí-. Me siento bien así, lo sigo amando, pero creo que fue lo mejor para los dos. 
-Entiendo -dijo-. ¿Pero no te gustaría volver con él?
-Obvio que sí, pero nos haría mal a él y a mí, y, lo único que me importa es verlo feliz y sano a él. Lo que me pase a mí, no me importa, solo quiero su felicidad -respondí.
-Me vas a hacer llorar, amiga -dijo Cami. Le sonreí y le di un beso.

La verdad, es que si lo extraño y son incontables la cantidad de veces que entre a su chat para mandarle un "Te amo" y  "Te extraño". Pero sé que nos haríamos demasiado mal y no quiero que se vuelva algo tóxico. Sebastián, sigue siendo el amor de mi vida y lo va a ser por siempre. Quiero que sea feliz, con o sin mí. Pero quiero verlo feliz, no importa con quién. Posiblemente, el destino nos vuelva a unir en un futuro o posiblemente no y seamos felices con otras personas, y lo nuestro quedé como un hermoso recuerdo y una gran enseñanza de lo que es amar de verdad.

Terminamos de comer y fuimos a la barra para pedir más tragos. Hicimos competencia de shots y, sinceramente, nunca estuve tan borracha como ésta noche. Tomé el último shot que teníamos y avise que iba al baño. En el trayecto a éste, choqué con muchísima gente, pero, uno de esos choques, pudo haber resultado casi fatal ya que, casi, caigo al piso. Pero, por obra y gracia del espíritu Santo, un chico me agarro.

-Uy, perdón, mala mía -dije riendo. El chico, rió a la par mía y me levantó.
-¿Estás bien? -preguntó.
-Sí -respondí. Miré bien al chico y pegué un grito de felicidad-. ¡Pepe! -lo abracé.
-Pensé que no ibas a reconocerme por el estado en el que estás -dijo riendo.
-No estoy tan mal -dije. 

Y, entonces, en ese momento, sentí como el alcohol y la comida iban subiendo hasta que vomité. 

-Uy, linda, creo que tienes que irte -dijo Pepe mientras sacaba los pelos de mi cara.
-Estoy bien -dije. 

Todo comenzó a dar vueltas y, lo último que recuerdo, es ver a Pepe agarrándome antes de desmayarme.   

Cristina. {Sebastini}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora