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Acomode mi vestido y retoque mi maquillaje. Mire por el espejo a Pepe y le sonreí. Dejo el perfume en mi mesita de luz.

-Estas preciosa. -agarro mi cara y me dio un pico.
-¿Estas nervioso? -pregunté. Él negó con la cabeza-. Bueno, vamos entonces. -agarré su mano con la mía y nos encaminamos al comedor de mi casa.

Nuestras familias estaban esperándonos en el comedor. Cuando nos vieron, empezaron a saludarnos alegremente.

-Bueno, chicos. -dijo mi mamá. La miré a los ojos y tenía sus ojos vidriosos-. Después de la cena, hay algo importante que los chicos quieren decirles.

Todos nos miraron raro. Nuestras familias, viajaron, desde Argentina o España, hasta Los Ángeles. Tenemos una gran noticia, desde un principio, sabemos que se pondrán felices.
Mi mamá, hasta ahora, era la única que sabía. Ella estuvo involucrada en la sorpresa que tuvo preparada Pepe.

La cena transcurrió tranquila. Vinieron los hermanos de Pepe, quienes ya tienen hijos. Los sobrinos de Pepe, son un amor. Uno de mis más grandes sueños es casarme y formar una hermosa familia junto a el amor de mi vida.

-Bueno, ahora sí, ¿comieron bien? Pregunto por si después de esto no se desmayan. -mi mamá, cuando esta nerviosa, empieza a decir cualquier cosa. Y este momento, es uno de esos.
-Bueno, lo que tenemos para decir, con Pepe, es algo muy importante en nuestras vidas. -dije interrumpiendo a mi mamá-. Es algo que no me lo esperaba ni en un millón de años. -las lágrimas comenzaron a salir, impidiendo que pueda seguir hablando.
-Bien, lo que tenemos para decirles con Cristina, es algo muy muy muy importante. -dijo Pepe-. Sé que no estamos hace mucho tiempo y que somos demasiado jóvenes, pero nunca me sentí tan enamorado, es el amor de mi vida... Cristina es el amor de mi vida. -dijo mirándome a los ojos-. Así que, lo que tenemos para decirles, es que nos vamos a casar. -con este último, todos los presentes abrieron la boca.

Su madre, se acercó a nosotros y nos abrazó. Hubo lluvia de abrazos y felicitaciones. Ambos, estábamos más que contentos con su reacción, teníamos demasiado miedo por lo que llegarán a decir. Pero se lo tomaron bien, bastante bien.

-Espero que nos den nietos. -dijo mi papá.
-No se preocupe señor, se los daremos. -dijo Pepe. Me miro y me guiño.
-Pero más adelante porque somos muy jóvenes. -dije. Me gusta la idea de tener hijos, pero ¿a los veinte años? Ni soñarlo.
-Yo tuve a Fran y me case a los veinte, ¿quién dice que no podes? -dijo mi mamá.

Ahora, no solo van a estar pesados con el tema de el casamiento, ¡Si no también, de los hijos! Dios me ampare.

Cristina. {Sebastini}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora