36

482 53 13
                                    

Mire rara a Rebecca y me eche a reír. Seguro me estaba haciendo una joda, porque la probabilidad, de que un avión sufra un accidente, es muy baja y, además, Pepe estaba a unas dos horas de donde estábamos así que es imposible.

-Siempre caigo en tus bromas, pero, ésta vez, no voy a caer -dije. Me volví a acostar, dándole la espalda.
-Cristina, sé lo importante que es Pepe para vos y jamás haría una broma así -dijo seria.
-Lo voy a llamar y vas a ver que no le pasó nada, y que lo tuyo fue una broma de mal gusto -dije.

Me levanté de la cama y fui directo a donde estaba mi cartera. Abrí el bolsillo grande y saqué mi celular. Fui a los contactos y marqué el número de Pepe. Sonó un largo rato, pero no contestó. Estuve así un largo rato hasta que, directamente, salió el buzón de voz. Mire a Rebecca y sentí como mi vista se fue poniendo negra poco a poco, hasta que quedé inconsciente.

Sentí varios ruidos a mi alrededor y un aroma extraño. Abrí los ojos y vi que no estaba en la habitación del Hotel. Miré a mi alrededor y pude ubicar a Rebecca.

-Ey, despertaste -dijo levantándose del sillón para venir directo a mí.
-¿Qué me pasó? -pregunté.
-Te desmayaste y estuve así varias horas -respondió. Y ahí recordé todo lo que había pasado hace horas.
-¿Sabes algo de Pepe? -pregunté. Rebecca suspiró pesadamente y mordió sus labios. Veía venir lo peor.
-Encontraron su cuerpo sin vida -respondió.

Mi corazón se detuvo por un momento. Por favor, Dios, que todo esto sea un sueño.

Cristina. {Sebastini}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora