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Tres meses antes.

Apenas bajé del avión, corrí rápidamente hacía afuera. Habían unas cinco fans esperando en el aeropuerto, paré un ratito para sacarnos fotos y hablar un poco con ellas. Me despedí y subí rápido al auto.

-¿Por qué tenés tanta prisa, Cristina? -preguntó mi mánager.
-Porque voy a ver a mi bebé. -respondí. Rebecca rodó los ojos y río.
-Que loca te trae ese colombiano, eh. -dijo.
-Mañana es el Festival de Villa María y cumplimos dos meses, ¡Imagínate cómo estoy! -dije feliz.
-Me imagino, que hermoso que estés tan enamorada. Estás en una de tus mejores etapas. -sonrió.
-Gracias, Rebe. -toqué su mano.

En menos de lo que canta un gallo, llegamos al Hotel. Abrí la puerta del auto y salí de éste, totalmente desesperada y alegre. Entre al Hotel y fui a recepción a pedir la llave de mi habitación. Ya con estas en mis manos, fui al ascensor y toqué el botón del piso diez. Cuando el ascensor llegó, las puertas se abrieron y corrí hacia la habitación de Sebastián. Toqué la puertas unas dos veces y la puerta se abrió de golpe, dejando a ver un Sebastián sonriente.

-¡Bebé! -me lancé hacia él.
-Amor. -dijo besando mi cabeza-. Te extrañe muchísimo.
-Y yo a vos. -le di un pico. Entré a la habitación y vi a su mamá sentada en el sillón-. Hola, María. -saludé alegre.
-Hola, linda. -se levantó del sillón y nos abrazamos-. Hace tiempo que no nos vemos. Estás hermosa. -dijo mirandome de arriba a abajo, mientras agarraba mis manos.
-Gracias y usted no se queda atrás, eh. -dije. Ella río y se puso colorada.
-Siempre tan linda, Tinita. -me abrazo, nuevamente, y volvió a sentarse-. ¿Hoy ensayan, chicos?
-Sí, ahora en un ratito vamos. -dije sacando mi celular para mirar la hora.
-Vamos primero a almorzar, amor. -dijo Sebas-. ¿Quieres ir tú también, mamá?
-Vayan tranquilos, mis niños, tu papá ya va a llegar, así que, almuerzo después con él. -sonrió.
-Bueno, dale. -Sebas se acercó a ella para darle un beso.
-Nos vemos, María. -saludé con la mano.
-Nos vemos, Tinita. Cuidense.

Salimos de la habitación agarrados de la mano. Con Sebastián, siempre tratamos de ser lo más discreto posible. Todavía no oficializamos nuestro noviazgo públicamente, no porque tenemos vergüenza y no queremos que lo sepa nadie, sino, porque la gente juzga mucho: que estamos juntos porque nos conviene a streams y demás, y blah blah bah. Hay fans que ya lo sospechan o lo tienen super confirmado, pero nosotros preferimos esperar. No estamos para nada desesperados.
Fuimos a la parte del restaurante del Hotel para poder almorzar. Nos sentamos y pedimos nuestra orden.

-¿Y cómo va la grabación del álbum? ¿Ya lo terminaste? -pregunté. Tomé un sorbo de mi jugo de naranja.
-Muy bien, ya casi está terminado, tenemos la fecha de lanzamiento pero faltan el nombre y las fotos para el disco. -dijo orgulloso.
-Me alegra, amor. -sonreí. Me emociona el hecho de que esté triunfando en la industria. Es algo que deseó muchísimo y al fin se le está dando-. Hay fans que ya están preguntando cuándo vamos a confirmar nuestra relación. -reí.
-A mí, ya me encantaría gritar a los cuatro vientos lo mucho que te amo y lo enamorado que estoy de ti. -dijo.
-Ya sé, a mí también, pero, no sé, siento que todavía no es el momento de exponer nuestra relación del todo. -hice una mueca.
-Sé las consecuencias que nos puede traer así que, por esa razón, vamos a esperar el momento indicado. -agarro mi mano y la acarició.
-Bueno, gracias por entender. -le tire un beso. Él, sonrió y beso mi mano.

El almuerzo transcurrió normal. De vez en cuando nos miraban raro y felices. Por políticas que pusieron  los dueños y gerentes del Hotel, los días que nos hospedamos queda prohibido sacar fotos a cualquier artista que se encuentre acá ya que no somos los únicos en el Hotel. En fin, eso nos dejaba más tranquilos ya que no iban andar difundiendo fotos de nosotros almorzando o caminando adentro y fuera del Hotel, como dijimos, no es el momento indicado para decir públicamente que somos novios.
Pagamos la comida y nos levantamos de la mesa, listos para ir a ensayar para el show de Villa María.

Llegamos al Afiteatro Municipal y bajamos del auto. Entramos al lugar donde se va a hacer el Festival y saludamos a los empleados del lugar. En eso, entran nuestros mánagers y se acercaron a nosotros.

-Hola, chicos. ¿Cómo están? -preguntó Roberto.
-Bien, gracias a Dios. -dijo Sebastián.
-Me alegro muchísimo. Bueno, lo que queremos hablar con ustedes, es sobre lo que va a hacer el orden de su show. -habló Rebecca-. La primera en cantar, va a ser Cristina y luego Sebastián. ¿De acuerdo? -preguntó. Sebastián y yo, movimos la cabeza de arriba a abajo, estando de acuerdo con lo que dijo-. Bien, en la presentación de Cristina, Sebastián y tú, van a cantar "Quiero Volver". ¿Okey?
-Dale, no tengo drama. ¿Vos? -pregunté a Sebastián.
-Sí, está bien. -respondió.
-Bien, en el show de Sebastián, van a cantar "Un Año". Estábamos pensando en "Cristina" pero, ya que ustedes quieren estar tranquilos con su relación, no queríamos levantar más sospechas haciendo que canten esa canción que empezó con todos los rumores. -dijo Roberto.
-Dale, me parece bien. -respondimos.
-Bueno, eso era todo. Ahora, a ensayar. -dijo Rebecca.

Agarro mi mano y me llevo al backstage del escenario para que me den mis cosas. Ahí estaban mis bailarinas y saludé una por una. Hice un poco de vocalización y salí al escenario. Apenas salgo, empezó a sonar "Princesa", la canción con la cuál abro el show.

Cristina. {Sebastini}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora