Al fin se me hizo volver a verla, tan hermosa, tan radiante... Sigo sin poder creer que exista un ser que irradie tanta perfección. Esta vez no la dejaré ir sin antes hablarle.
Me acerco a ella, quien está de espaldas hacia mí. Cuando estoy lo suficientemente cerca, la toco suavemente del hombro. Ella voltea... Dios mío... Es la primera vez que la veo tan de cerca. Quedo completamente atónito una vez más. Me cuesta trabajo articular palabras; mis vagos esfuerzos por hablar terminan por hacerme simplemente decir:
-Hola. -Sonrío, algo nervioso.
-Hola. -Dice también sonriendo, naturalmente.
Es la sonrisa más bonita que he visto en toda mi vida... Simplemente no hay palabras para describirla. Un cosquilleo inevitablemente comienza a recorrerse desde mi estómago hasta mi pecho, haciéndome sonreír aún más. Creo que estoy sonrojado... De verdad espero que no. Y mis pantalones... Está empezando a haber caos ahí abajo...
-¿Cómo te llamas? -Pregunto.
-Ashtabai.
Exótico, como todo aquí, pero hermoso. Debe ser la única extravagancia que me ha parecido de esa forma desde un principio.
-¿Tú? -Me interrumpe de mi inmersión.
-Julian.
Sonríe, entrecerrando sus hermosos ojos.
-Gusto en conocerte, Julian.
Nos quedamos mirándonos unos segundos. Ella se ve tranquila, muy tranquila. Yo me esfuerzo por tratar de verme de la misma forma, pero el caos de emociones que esto está provocando en mi interior lo hace más difícil. No sé qué decir, estoy bloqueado. Pero tampoco quiero que se vaya.
-Te vi caminando sola... -Digo al fin, nervioso. -Y no pude evitar acercarme a conocerte... Mis ojos nunca habían visto una mujer tan hermosa como tú...
Maldición. No dijiste eso, Julian, no lo dijiste... ¿¡Por qué lo hiciste?! Te viste como un completo idiota.
Se ríe inocente. Al menos creo que le gustó lo que le dije. Me tranquilizo un poco.
-¿A dónde vas? -Me pregunta.
Su voz es tan suave, tan dulce... Incluso me provoca escalofríos escucharla. Es como una sinfonía perfectamente armonizada para mis oídos.
-¿Yo? Ah... Realmente, a ninguna parte. Sólo caminaba por ahí... ¿Y tú?
-Yo tampoco me dirigía hacia ningún lado en particular. Pero puedo hacerte compañía para juntos caminar hacia ningún lado.
-Sería... Todo un placer.
Caminamos juntos. Los primeros minutos no decimos nada. Sólo contemplamos el bosque, ella tranquila y yo aún inquieto, pensando en ella a pesar de tenerla al lado, con todo el caos aún en mi interior. No puedo creer que esté caminando a su lado.
Llegamos a una parte más remota del bosque, por donde me la encontré la última vez. La luminiscencia a mi alrededor, todas las exóticas plantas, y los coloridos ríos, se ven ahora mucho más hermosos de lo que se veían cuando pasé por aquí la última vez. Es como si hubiera agarrado más color un mundo en donde de por sí ya existen colores que de donde vengo no. Ocasionalmente, volteo a verla. Tan serena, tan hermosa... Me quedaría todo el tiempo mirándola, pero seguramente se aterraría y me abandonaría por aquí.
Comienzo a sentir incómodo el silencio, y con ello, la necesidad de hablar. Tengo miedo de que se aburra conmigo. Carraspeo un poco.
-... Muy bonita esta parte del bosque, ¿no?

ESTÁS LEYENDO
La Esencia de la Vida
SpirituálníUna familia que me quiere mucho, con buen nivel económico, la oportunidad de estudiar en las mejores escuelas del país donde vivo, y muchos amigos. ¿Qué más podía pedir? La estabilidad rodeaba todos los aspectos de mi vida. Estaba acostumbrado a que...