Capítulo 31 | Cuando nadie ve y nadie escucha

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«Estás obsesionada con la luna y enamorada de las estrellas. Estoy enamorado de tu alma y de todo lo que eres. Seré tu ahora, seré tu para siempre, seré tu última llamada, seré tu lo que sea» 

You whatever, Lovelytheband

Un pitido extendido me obliga a preguntarme si me estoy volviendo sordo o es un simple aturdimiento el que padezco. La escena pasa lenta y borrosa ante mis ojos. Mamá elimina sus lágrimas, papá esconde la laptop y Tatiana... Ella está al borde de un colapso semejante al mío.

Cuando le conté lo de su equipo espía no se asustó en lo absoluto, pero ahora que sabe la verdad de lo que ocurrió aquella fatídica noche, el temor se le acentúa al cuerpo como un vestido hecho a medida.

Con pasos dificultosos me dirijo hacia la puerta para recibir a mi novia de la manera más falsa posible. Sin embargo, el cabello rubio que esperaba encontrar es reemplazado por una melena rojiza y una impecable sonrisa de amabilidad.

—¡Encontré una solución! —anuncia entre un susurro para que nadie más escuche.

El alma me vuelve al cuerpo y yo a todos mis sentidos. Siento mi cuerpo descender al compás de un suspiro.

—Bien, pasa, mis padres ya lo saben al igual que...

—Tatiana —completa observando de reojo el comedor. En su tonalidad percibo un destello de entusiasmo o fascinación. Sin seguir indicaciones se dirige hacia ella y le obsequia un suave abrazo que me resulta de lo más extraño—. Por fin tengo el placer de conocer a la famosa Tatiana.

—¿Y tú eres...? —pronuncia la pelinegra llena de incomodidad por el contacto de una desconocida.

—Bianca, víctima del macabro plan de Amberly y amiga de Daniel —se presenta al soltarla—. Tengo una pregunta: ¿Cómo es que lo perdonas cada vez que te lastima? Porque, de verdad, hay veces que siento ganas de mandarlo a la mismísima... ¿Es un mal momento?

—Sólo di lo que descubriste — manifiesto hastiado.

—Ah, cierto —su rostro pierde cualquier atisbo de emoción para mantener sus facciones rígidas—. Ambi tiene un cuaderno que tiene grandes avances de su plan. Creo que si lo leemos podríamos saber cómo contraatacar.

No lo dudo, a ella siempre le gustó tener a detalle sus movimientos, incluso cuando está consciente de que es un riesgo dejar huellas. Entre sus cuadros escribe lo más cercano, lo que necesita que haga en la semana, nada más. ¿Cuál es el fin? Roguemos por que esté escrito allí.

—¿Y cómo podríamos obtenerlo? —cuestiona mi padre con un deje más amable.

—Yo se lo podría robar, pero necesito tiempo.

—Tiempo concedido. Hazlo —sanciona mamá como si tuviera ese poder.

La pelirroja espera mi mirada como confirmación.

—Sí, sólo no la traigas hasta aquí, ella notará la ausencia de la libreta y todo se irá a la mierda. Tómale fotos y, por favor, sé cuidadosa.

—Entendido —asiente resuelta y junta sus labios pensativa—. Creo que mañana tiene práctica de baile, puedo entrar a su casa. Su madre trabaja, no será una molestia.

—Y Mike mencionó que irá al cine con Natalia —agrega Tati dejando en claro que no habrá problemas.

Con un plan en manos y una familia medianamente calmada, lo único que queda por hacer es esperar.

—¿Ya te vas? —le pregunta mi mamá a Bianca al verla voltearse. Ella asiente con la cabeza un poco tímida— Quédate, almuerza algo, se nota que tienes hambre. Esto ya debe estar frío, pero puedo calentarte un plato en el microondas.

Hasta que llegó AmberlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora