Para pasar el rato

Capítulo 21

Jesus Oviedo.
16 de Abril, Domingo. 17.00
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Mi hermano coje a la pequeña sonriendo, bebo un poco del café y suspiro.
~
-Ayer te llamé. -me mira.
-Estaba ocupado. -digo sonriendo.
-¿En qué? O más bien ¿En quién? -pregunta pícaro.
-En Gabrielle. -sonrio.
-Esa mujer... ¿Cuántos polvos van ya? -alza una ceja.
-Dos, pero momentos de casi hacerlo, con besos y eso... Muchos. -susurro.
-¿Qué te gusta de ella? -frunce el ceño.
-Lo dulce que es, ver que a pesar de estar en una extrema pobreza sigue adelante, ver lo sola que está y sentir que necesito ser su compañía, eso me encanta. -susurro.
-No has dicho nada físico, te estás pillando por ella. -asegura.
-No digas estupideces capullo. -me da a mi bebé.
-¿Qué te gustaba de la rubia que te tiraste hace un mes? -pregunta.
-Joder, vaya culo hermano. -le hago reir.
-¿Ves? -dice seguro.
-No, no me gusta. -suspiro.
-Te encanta. -insiste.
~
Me mira alzando una ceja intentando sonsacar mis sentimientos, suspiro y aparto la mirada.
~
-Vale si, algo me he pillado. -digo suspirando.
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Gabrielle Patterson.
Mi cuerpo tiembla, tengo frio y mis ojos se cierran solos. Llaman al timbre haciendo que me  mueva hasta la puerta, abro viendo a mi casero y le doy el sobre con todo el dinero.
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-Aquí está la deuda y dos meses. -susurro.
-¿Está bien? -pregunta el hombre preocupado.
-Me encuentro mal, se me pasará. -digo desganada.
-Vaya al doctor, puede ser grave, está muy pálida. -dice.
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Comienzo a ver borroso, todo se vuelve negro haciendome caer a plomo en suelo. No recuerdo nada más alla del negro.
°
Jesus Oviedo. 19.00
Cojo a mi pequeña dejándola en su silllita junto a mi mientras trabajo y mi teléfono suena desde un número desconocido ¿otra revista del corazón?
~
-Jesus Oviedo. -digo serio.
-Le llamamos del hospital, usted es la única persona que aparece en la ficha de la señorita Patterson, a la única que podemos avisar de que está ingresada. -anuncian.