Para pasar el rato

Capítulo 27

Gabrielle Patterson.
20 de Abril, Jueves. 9.00.
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Entro nerviosa tras lo sucedido ayer, la noche pasada fue extraña ya que todo se juntó: la fiebre y el enterarme que sus sentimientos encajan con los mios.
No puedo hacerle eso, está casado y merece a una mujer de un nivel más alto que yo, no le merezco.
Saco todo del cuarto de la limpieza tras colocarme mejor la bufanda en el cuello y me dirijo al baño de las mujeres.
Veo a su esposa mirandose en el espejo lavándose las manos, me mira riendo y las seca.
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-¿Acaso ya te has tirado a mi esposo? -pregunta riendo.
-No señora, yo no quiero nada con el señor. -digo tímida.
-Mi esposo caería muy bajo si se acuesta con una pobrecita como tú. -dice.
-El señor es solo mi jefe. -insisto.
-Eso dicen todas. -se acerca a mi con superioridad.
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Me agarra del brazo muy fuerte mirándome fijamente y sonrie malvadamente.
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-No sabes con quien te estás metiendo, niñata. -dice seria.
-No he hecho nada señora. -insisto.
-Cuidado con quitarme a Jesus, tendremos muchos problemas. -me mira.
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Él tose en la puerta, su esposa me suelta como si nada y le sonrie dulce.
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-Le estaba comentando que debe limpiar mejor el espejo. -miente.
-Ve a tu despacho, cielo, tienes trabajo. -dice serio.
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Ella le da un corto beso haciendo que me gire agarrando los productos, sale y tras dos minutos observándome cierra la puerta.
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-¿Qué te ha dicho? -pregunta.
-Justo eso. -miento.
-No mientas nena. -agarra mi mano con dulzura.
-Tengo trabajo. -insisto.
-Dimelo, es una orden. -dice serio.
-Que tenga cuidado con ella, que eres imbecil si te acuestas conmigo. -susurro.
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Coje aire negando con la cabeza, agarra mi mejilla haciendo que suelte todo y besa mi frente preocupado.
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-Mi muñeca... Estás ardiendo en fiebre. -susurra.
-Estoy bien, gracias por la preocupación. -sonrio.
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Me pega a la encimera del baño, sostiene mi cabeza mirandole y me besa con suavidad.
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-Podemos hablar sobre lo de ayer. -susurra.
-No es el mejor lugar. -miro a nuestro alrededor.
-Esperame luego, te voy a llevar a la cabaña. -me mira.
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Sonrio, susurra que me ama y me lanzo besandole yo.
Llevarme allí no ha sido buena idea, no vamos a hablar, lose.