Para pasar el rato

Capítulo 79

Jesus Oviedo
18 de Abril, Lunes. 13.30.
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Salgo antes del trabajo y ya que me gustaría recoger a Nicolle junto mi chica, la cual está algo molesta conmigo.
Bajo del coche viendola frente la puerta mirando su teléfono, supongo que será la imagen que le pase sobre el cartel de cena.
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-Que mujer más bonita. -la abrazo por la esplda.
-Jesus... -sonrie dulce.
-¿Cómo estás? -me preocupo.
-Bien, tal vez reaccione rápido antes. -se gira.
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La beso delante de todas esas marujas que me miran con deseo, ansia y envidia. Les doy a saber que ella es mi única mujer y que aunque les mate la envidia se van a callar la boca cuando este ella delante solo por ser la señora Oviedo.
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-Joder, cariño. -susurra.
-¿No notas como te miran? -murmuro.
-Me da un poco igual, pero si me besas así delante de todas esas... -muerde su labio.
-Puedo besar a mi mujer en público, nadie me lo impide. -muerdo su labio.
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Escuchamos el timbre y todos los niños salen acompañados de sus profesoras, mi bebé habla con sus amigas riendo y corre hacia nosotros muy emocionada al vernos juntos.
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-¡Está papi! -grita.
-Papi se ha escapado para ver a su gordita. -me abraza cuando la cojo.
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Volvemos a casa, llaman al teléfono y lo cojo mientras Gabrielle pone la mesa para comer.
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-¿Jesus? -pregunta Monica.
-¿Ocurre algo Monica? -me extraña.
-Tu hermano está enfermo en mi casa, por si no sabías donde estaba, está aquí conmigo. -anuncia.
-Pero si antes estaba bien... -me extraño.
-Se puso pálido, se mareo y ahora está dormido con fiebre. -explica.
-Confio en tus cuidado. -hago que mi hermano que puntos.
-Por cierto... ¿Tu hermano está enamorado de una mujer? Algo así he entendido. -dice preocupada.
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Me sorprende su tono voz, la pregunta y el momento en que la pregunta ¿tanto lo ama que no le importa cuanto se note?
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-No sé nada Monica, últimamente solo hablamos de trabajo. -me excuso.
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Un suspiro de su parte confirma mis sosprechas, sonrio y Gabrille me abraza tras poner todo en la mesa.
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-Que luego me llame Daniel, gracias por avisar Moni. -dice serio.
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Cuelgo, sonrio y Gabrielle me mira.
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-Mi hermno está enfermo en casa de Mónica. -digo riendo.
-¿Y te ries? -se extraña.
-¡Eso es genial nena! -sonrio besandola.
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14.30
Bebe del vaso de cerveza, observa mis rasgos sonriendo y muerde su labio.
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-Iremos a esa cena. -anuncia.
-¿Enserio? -sonrio.
-Confio en ti. -agarro su mano.
-Irá todo genial. -me besa.