Capítulo 56

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Jesus Oviedo.
28 de Septiembre, Miércoles. 14.30.
°
Mi pequeña camina costosamente agarrando mi mano, entramos en casa y ella se pone a gatear en busca de su madre.
Una risa al final del pasillo me pone realmente nervioso, cojo a la bebé dejandola en su andador y ella se queja.
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-Cariño, voy a ver que hace mami, ahora vengo. -beso su cabeza.
~
Me asomo a la sala de estudios viendo como rie con el profesor, ese hombre.... Desde el primer dia que lo vi no me dio buena espina, pero en fin, debo dejar de ser tan celoso. Llamo y ella sonrie al verme, el hombre se pone en pie estrechandome la mano para después darle dos besos a ella en forma de despedida.
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-Hasta mañana. -sonrie.
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Se marcha, ella me frunce el ceño y yo niego saliendo de la habitación.
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-Sorprenderme. -dice agachandose para coger a la pequeña.
-¿Qué? No ocurre nada. -me rio poniendo la mesa.
-Mami. -la abraza.
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Ella gira el rostro mirándome, niega y deja a la bebé en el suelo.
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-Estás celoso. -alza una ceja.
-Estoy feliz. -agarro su cintura.
-Te veo raro. -insiste.
-Hace mucho que no... -murmuro.
-No me vas golpear con la pequeña a dos pasos pero entiendo tus ganas, cariño -me susurra.
-Me ha llamado Pilar. -me aparto agobiado.
-¡Bum! Algo había y no solo era sexo. -asegura.
-Quiere verla, insiste en que es su hija. -comento.
-Tiene razón, es su hija. -encojo los hombros.
-Ella te llama mamá a ti. -insisto.
-Como Pilar sepa eso... -suspira.
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Agarro sus manos besandola con dulzura, dejando que mis labios sean el único calmante que ella necesite, haciendo que el roze de nuestra piel haga la magia que ambos creamos desde el primer día.
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-Esa mujer nos va a hacer mucho daño, lo sé. -el agobio en su voz me preocupa.
-¿Mami? -pregunta la pequeña confusa ante el tono de su madre.
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La coje, abraza a la bebé y beso la cabeza de mis dos mujerecitas.
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-Voy a traer la comida, os quiero en la mesa sentaditas. -digo sonriendo.

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