Para pasar el rato

Capítulo 102

Mónica López.
2 de Noviembre, Viernes. 13.30
°
Sonrio mientras conduzco al ver su llamada, lo cojo y muerdo mi labio al escuchar su voz. ~
-¿Cómo estás? -pregunta. -Tengo ganas de verte. -protesto.
-Me escapo lo antes que pueda, el traje me está quitando la vida. -se queja. -Cuidado con las de tu sede, son unas urracas. -advierto. -Yo ya escogí mi urraca. -me hace reir. -Estúpido. -paro en un semáforo. -No me vuelvo a poner corbata en mi vida. -suspira. -Quiero verte trajeado. -suplico. -Te tengo loca. -susurra obvio. -Claro, claro. -me burlo de él. ~
Cuelga tras decir cuanto me ama, aparco frente la puerta del colegio y reviso el móvil un rato sentada aquí dentro. °
14.00
Espero frente la puerta del colegio a que mis pequeñas salgan, veo a todas la mujeres cuchillear mirando a un lado, frunzo el ceño y rip al verlo bajar de un taxi acercandose a mi bajo la mirada de las marujas.
~
-Estás guapísimo. -muerdo mi labio.
-Cuando lleguemos a casa me lo quito. -advierte.
-¿Qué haces aquí? -pregunto sonriendo sobre sus labios.
-Quería escaparme para ver a mi mujer. -me besa.
~
Las mujeres me miran con envidia, celos e indiferencia ¿por qué esa actitud?
~
-Estoy fatal vestida para estar a tu lado. -digo y se rie.
-Y que miren, al fin y al cabo somos tu y yo, no los demás. -me besa con dulzura. ~
Las puertas se abren, entro yo a por ellas y una vez en la puerta corren hacia Daniel gritando un "papi" muy fuerte. ~
-Gorditas. -las coje. -Que guapo papá. -dice Valeria costosamente. -¿A que papá está guapísimo? -sonrie Mónica.
~
Ambas apoyan a su madre, ella sonrie y deja un suave beso en mi mejilla.
Conduzco hasta casa escuchando la risa de mis bebés acompañadas de las caricias de mi hombre sobre mi mano.
~
-Me pone verte conducir. -me susurra.
-Y a mi verte en traje y estoy callada. -murmuro sonriendo.
-¿Papi nos lleva al parque con la prima? -pregunta Alicia.
-Hay que portarse bien. -advierte.
-¡Si! -gritan ambas.
~
Me mira sonriendo, besa mi mano y me da las gracias con una emoción indescriptible en sus ojos; ese es mi hombre.