Para pasar el rato

Capítulo 99

Daniel Oviedo.
21 de Octubre, Lunes. 10.30
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Conduzco hasta su piso mientras, foto tras foto hace que mi miembro se ponga muy duro. Su trasero decorado con un fino tanga, sus pechos al descubierto y sus labios notablemente húmedos ¿se estará masturbando?
Decido llamarla, al instante me lo coje haciendome sonreir y sus gemidos provocan que me muerda el labio.
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-Que mala eres. -digo con voz ronca.
-Solo me estoy preparando para ti. -susurra.
-¿Solo el clítoris? -pregunto.
-Prometido. -gime.
-Quiero foto. -murmuro.
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Tras dos minutos de gemidos ahogados recibo la foto, pongo el manos libres, paro frente un semanas en rojo y la imagen habla sola, indescriptible sexy y apetitosa.
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-Solo un dedo, aparta uno de los dos. -ordeno.
-No cariño. -protesta.
-Estoy llegando. -advierto.
-¿Tienes las llaves? -jadea.
-Sí. -sonrio.
~
Ella gime, muerdo mi labio y bajo la velocidad del coche.
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-Quiero que te levantes de la cama, dejes de masturbarte y me envíes fotos. -ordeno.
-¿Te queda mucho? -pregunta.
-No nena. -digo.
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Cede a mi propuesta, cuelga y envía foto tras foto, cada una más sexy que la anterior. No Oviedo, la tienes muy dura.
Aparco rezando por no cruzarme con nadie en el portal ya que mi vaquero no esconde nada de mi erección y al parecer todo el bloque se ha enterado de mi relación con Monica por las viejas cotillas del cuarto.
Subo las escaleras a la velocidad de la luz mientras recibo una nueva foto. "Estoy en la puerta" escribo mientras meto la llave en la cerradura. Entro viendola apoyada en el marco de la puerta del pasillo con un fino tanga, su melena suelta y sus senos bajo mis ojos.
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-Eres un pecado. -digo mordiendo mi labio.
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Sonrie, camino hacia ella y beso sus labios con fuerza, caminando hasta la cama, recorro cada poro de su piel húmeda mojandola aún más con mi lengua.
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Mónica López.
Miro sus ojos, mientras baja el tanga con suavidad haciendo que separe mis piernas para que centre su atención en mi sexo.
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-Házmelo ya. -protesto.
-Cariño... -su lengua roza mi clítoris.
-Follame Daniel, porfavor. -insisto.
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Se quita la camisa, baja su pantalón tumbandose junto a mi y agarra mi caderapara poder entrar en mi desde esa posición.
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-Muévete, cariño. -susurra.
-Daniel... -me avergüenzo.
-Arriba y abajo bebé, no tengas vergüenza. -agarra mi cintura.
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Me muevo con suavidad sobre él, activando todos los sentidos de mi cuerpo. El frío de Octubre pasa a ser un calor húmedo propio de Agosto. Sus manos se resbalan por mi mojada piel, bajo mis cabeza en busca de sus labios para poder humedecer los mios.
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-Cariño. -gime.
-Daniel... -murmuro.
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El climax llega a ambos, mis uñas clavadas en su pecho dejan una sexy marca mientras que su fuerte beso en mi cuello deja esa marca llamada chupeton, caigo a su lado y sonrio observando su rostro mojado en sudor ¿por qué tardé tanto en admitir que Daniel es el hombre de mi vida?