Capítulo 42

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Jesus Oviedo.
26 de Abril, Miércoles 21.00.
°
Llaman a mi puerta, alzo la cabeza del ordenador frotando mis ojos y toso aclarando mi voz.
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-Adelante. -digo serio.
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Al verla mover sus caderas entrando a mi despacho me hace sonreir y cierra la puerta.
Se acerca a mi, la siento sobre mi regazo y se apoya en mi pecho derrotada.
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-Llevo todo el día encerrada en la zona de la secretaria, se ha empeñado en que yo le arregle el desastre que tiene. -susurra.
-Aquí soy yo tu único jefe. -susurro.
-No importa. -cierra los ojos cansada.
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La estrecho en mi pecho, suspira y beso su frente.
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-Debemos hablar. -susurro.
-¿A qué venía lo del divorcio? -pregunta.
-Quiero divorciarme de ella, olvidarme completamente de la infelicidad que ella me causa. -digo serio.
-Cariño... Teneis una hija en común. -se pone en pie.
-Ella no la quiere, tú bien sabes que odia a su propia hija. -digo.
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Se coloca detrás mía, masajea mis hombros y besa mi mejilla con suavidad.
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-Estamos hablando, no te alteres mi niño. -murmura.
-Ella quiere mi dinero, mi fama. -digo frustrado.
-¿Cuanto debes esperar para que el juez no te quite a la bebé? -pregunta.
-Nose, las mujeres siempre ganáis en esto. -susurro.
-Podrían pasar años y no puedo tenerte así mucho más tiempo, quiero que vivas conmigo. -digo seguro.
-Jesus, es muy pronto. -murmuro.
-El suficiente para saber cuanto te amo. -aseguro.
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Llaman a la puerta, suspiro y ella deja un suave beso en mis labios.
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-Estoy ocupado. -digo serio con los labios de mi pelirroja en el cuello.
-Si quieres adopto a tu hija. -protesta mi hermano.
-Mmm....joder nena, hay no. -protesto riendo cuando muerde mi oreja. -Pasa bro. -digo.
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Entra, se rie al ver a Gabrielle sobre mi comiéndome en cuello pero ella se aparta al escuchar la risa de Daniel.
Mi hermano me la da y la cogo entre mis brazos con Gabrielle aun sobre mi regazo y sonrio, ellas son mis mujeres.

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