Capítulo 48

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Jesus Oviedo.
17 de Junio, Martes. 22.00
°
Mi bebe rie jugando con mi dedo mientras le hago cosquillas, tose fuermente y la cojo entre mis brazos.
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-Ya mi pequeñita, te vas a poner muy bien porque si no papi se va a enfadar. -susurro besando su cabecita.
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Nicolle agarra mi dedo, rie y la dejo sobre la camilla de nuevo.
Llaman a la puerta, digo que pase esperando a mi hermano pero el verla hace que mi corazón de un vuelco.
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-Cariño... -sonrio.
-Venía a saber como estaba su hija, señor. -dice muy recta.
-Muchas gracias por venir. -me pongo en pie.
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Me acerco a darle dos besos pero ella extiende su mano para estrecharlas, me mira y se acerca a la camilla.
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-Hola cosita. -le hace coquillas.
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Mi bebé se rie, ella acaricia su rostro con dulzura y observo un hermoso brillo en sus ojos.
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-Le has cogido cariño. -digo haciéndola reir.
-Es una niña maravillosa. -susurra.
-Usted podría ser su madre. -digo acercándome.
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Se pone recta, seria, sin formular palabra y regresando a la bebé sobre la almohada.
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-Ya me marcho, es tarde y mañana tengo trabajo. -dice nerviosa.
-No vengas si te es necesario, nena. -mi desespero es notable.
-Es mi trabajo, señor Oviedo. -se acerca a la puerta.
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La acorralo en una esquina, ella cierra los ojos y me aproximo a sus labios sosteniendo su cuerpo.
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-Necesito recuperarte, dime cómo lo hago. -digo suspirando.
-Señor, usted no debe sostenerme de esta manera, solo soy su empleada. -susurra.
-Te amo. -murmuro.
-Mamá. -una difícil voz de fondo habla y hace que nos giremos.

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