Biberón

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Era una noche calurosa y en la habitación principal sobre la cama dormía Howard solamente en ropa interior; Jarvis llevaba puesto un short y una camiseta; y por último un Tony de dos años que decidió quedarse a dormir con sus papás por temor al coco llevaba puesto ropa ligera para dormir.

—Papi Javis... Tengo cadot... —dijo Tony ya que él dormía en medio de ambos adultos.

—Tones, el ventilador está encendido solo hay que esperar un poco. —Jarvis bajó la cobija hasta la parte inferior de la cama para que el calor no aumentara.

—Me muero... —dijo Howard a punto de desfallecer.

—Ya duermanse para que se les pase el calor. —regañó Jarvis.

La mañana siguiente había llegado y el primero en despertar fue el pequeño Tony. —Papi Javis... Tengo sed... —movió al mencionado. —No encuento mi bibi...

—Ya voy... —bostezó Jarvis parándose de la cama. —Buenos días, Tones... —comenzó a vestirse.

En ese momento Howard se despertó y se levantó de la cama para luego estirarse. —Buenos días... —dijo con sueño mientras caminaba al armario ante una atenta mirada de su único hijo.

Tony entre cerró los ojos viendo a su padre, después gritó acusándolo. —¡Papi Javis, papá Howad escondió mi bibi! —lo señaló.

—¿Qué? —se confundió el Stark mayor. —Claro que no... —miró a Jarvis que tampoco entendía.

—¿Dónde? —Cuestionó Jarvis al niño.

—¡Lo econdió en dus cazones! —gritó el niño. —¡Ed mi bibi!

Jarvis solo se echó a reír mientras Howard se avergonzaba. —Por eso le dije que no durmiera en ropa interior... —Se burló Jarvis.

—No digas nada... —caminó hacia el baño rápidamente el Stark mayor.

—¡Mi bibi!

—No se preocupe... —Jarvis acarició la cabeza de Tony. —Enseguida le traigo otro biberón.

A Través De Nuestros OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora