Recuerdos IV

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—Soy Howard y estoy muy guapo, ¿Quieres ser mi novio? —preguntó ilusionado el pequeño Stark.

Jarvis no entendió por qué un niñito le preguntaba tan semejante barbaridad.
—¿Qué?

—¿Pero qué cosas estás diciendo, Howard? —la maestra justo estaba detrás del pequeño Howard.

—Le dije al niño feo que sea mi novio. —habló como si nada Stark.

La maestra tuvo un tic en el ojo. "Este niño". —No le hagas caso a Howard, Edwin, solo es un niño precoz. —sonrió sujetando suavemente por los hombros a Howard.

—Ah... —dijo incómodo Jarvis. —Entonces, me retiro, maestra. —se dio media vuelta y comenzó a caminar para irse de ahí.

—¡Tu y yo nos vamos a casar! —fue lo último que gritó Howard antes de que escuchara las palabras de la maestra, palabras que provocaron que un escalofrío recorriera su pequeño cuerpo.

—¿Quién te recoge a la salida?

—Mi mamá. —respondió Howard sabiendo lo que significaba.

—Voy a hablar con ella a la salida. —dijo en un tono serio. —¿Y por qué le dijiste eso a tu compañero?

—No sé... —se encogió de hombros, ni siquiera sabía por qué había dicho eso.

—Ah, mira. —dijo con sarcasmo la mujer. —No digas eso de nuevo, la escuela no es para romances y mucho menos para un niño que todavía no entiende el concepto de amor, ¿Entendido?

—Perdón, maestra. —dijo en voz baja Stark.

A Través De Nuestros OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora