A Través De Nuestros Ojos

Sorpresa X

Los días fueron pasando y con ello, la pequeña familia pasaba sus días con normalidad no fue hasta que los ascos y los mareos se hicieron presentes.

—¿Qué le pasa a mi papá? —cuestionó Tony sentado en la mesa mientras veía como su papa iba corriendo al baño cubriéndose la boca. —¿No se siente bien?, ¿Le duele la pancita?

Le sirvió un poco más de jugo al menor. —No creo, Tony, solo está un poco enfermo. —sonrió de lado, “Espero que no sea lo que pienso”.

—Leí en un libro que, cuando una persona está embarazada siente mareos, ascos y náuseas. —dijo seguro de sí mismo el castañito. —Pero que eso dependía del organismo de cada persona.

—¿Así que... No te Creíste lo de la semilla? —cuestionó con nervios.

—Investigué sobre eso. —el menor tomó de su jugo. —Tenía que saber todo sobre mi futuro hermano.

—Ya veo. —dijo, “Tenía que ser más inteligente de lo normal”. —Pero no creo que tú papá esté esperando, tal vez solo comió algo en mal estado.

—¿Eso quiere decir que mi hermanito es un pedazo de...? —abrió sus ojos con sorpresa.

—¡No! —el adulto intentó calmarlo. —Claro que no... Solo digo que a lo mejor tiene una infección en el estómago, es todo.

—Bueno. —el niño entre cerró sus ojos.