Noche

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—Oye, Jarvis. —habló Howard acostado en la cama, ya era de noche y no tenían preocupaciones.

Jarvis, que estaba acostado al otro lado de la cama con su pijama que parecía la de un “viejito tratando de ser joven otra vez” habló: —¿Que sucede?

—¿Qué hubiera pasado si no nos hubiéramos conocido? —preguntó Stark más para sí mismo que para el contrario.

—¿A qué viene la pregunta? —se confundió, por varios segundos pensó que su pareja estaba bajo el consumo de drogas por así decirlo.

—Es que me quedé dormido en la oficina y soñé que jamás te conocía.

—¿Cómo lo supiste?

—Porque estaba casado con una mujer... Además no te vi en mi sueño. —soltó Howard viendo el techo.

—Los sueños solo son sueños... Nada más. —suspiró Jarvis. —Si nunca nos hubiéramos conocido probablemente estaríamos casados con personas diferentes o por lo menos con una pareja distinta a nosotros. —se acomodó más en la cama.

—Jarvis. —insistió Howard.

—Dime. —por Dios, ya se quería dormir ya que tenía mucho trabajo para el día siguiente.

—Quiero un hijo. —habló un determinado Stark.

En ese instante Jarvis se sentó de sopetón en la cama y observó a su pareja con asombro. —¡¿Qué?! ¡¿Es en serio?!

—Lo es, ¿Por qué jugaría con algo como eso? —chasqueó la lengua por la impresión de su pareja.

—No, es solo que... Me sorprendí.

—Bueno, por el momento durmamos ya mañana será otro día. —Howard se acomodó más en la cama escuchando un suspiro de Jarvis y sintiendo como éste se acostaba de nuevo. —Antes de que te duermas, tengo otra duda.

Jarvis giró los ojos, estaba cansado y su pareja estaba actuando extraño, quizá Howard si quería un hijo después de todo aunque también él mismo lo deseaba. —¿Qué duda?

Stark miró a su pareja con confusión y se dispuso a hablar. —¿Quién sería el embarazado?

—¡Por el amor a Dios, ya duermete! —se enojó y se avergonzó Jarvis.

A Través De Nuestros OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora