Recuerdos V

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Presente

—Y así fue como tu papá y yo nos conocimos. —dijo Howard con una sonrisa nostálgica. —Que bellos momentos.

—Desde niño eras un atrevido. —Jarvis negó con la cabeza. —¿Qué pasó por tu mente en ese momento?

—No lo sé, solo hablé porque si. —Se encogió de hombros.

—Oh... ¿Entonces son novios desde niños? —preguntó Tony con emoción.

—Sí. —respondió Howard.

—¡No! —respondió Jarvis.

—Después de eso, tu papá Howard, me olvidó pero en una kermés volvimos a hablar porque participamos en una tómbola y como yo me llevé el juguete que quería tú papá, pues... —Jarvis contaba con una sonrisa en su rostro porque le parecía gracioso recordarlo.

—¿Qué pasó, papá Jarvis? —a Tony le gustaba escuchar a sus padres sobre sus tiempos de juventud.

—Tu papá lloró hasta que se lo regalé. —habló negando con la cabeza. —Y luego nos hicimos amigos y nuevamente me dijo que nos íbamos a casar. —se rio.

Hace tiempo atrás

—¡Yo quería ese juguete! —sollozó Howard. —¡Yo quería al Power Ranger rojo! —y siguió llorando.

—Es tu suerte, Howard. —dijo la maestra tratando de que el niño aceptara su bendita suerte.

—Pero yo... —sollozó.

—Maestra, si quiere le doy mi juguete. —Jarvis como siempre era el bueno. —De todos modos no me gustan los Power Rangers.

En cuanto Jarvis le entregó el juguete, la maestra habló: —Muchas gracias, Edwin, ¿Como se dice Howard?

Después de hipear un poco. —Gracias... —sollozó de nuevo. —¿Quieres ser mi novio?

—Eh... —Jarvis no supo que decir.

—Howard. —dijo firme la docente.

A Través De Nuestros OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora