A Través De Nuestros Ojos

Juguetes

Tony había regado por todo el piso sus juguetes y para su mala fortuna su padre Howard estaba de mal humor.

El Stark mayor iba entrando a la sala en donde Tony estaba jugando, al ver el tiradero de su hijo un tic apareció en él. —¿Qué es esto, Tony?

Tony vio a su padre y luego a sus juguetes. —Eshtoy jugando. —le dijo con un poco de miedo, sentía el enojo en su padre.

—Pues ahorita me recoges todo esto antes de que alguien se tropieze. —le ordenó.

—Papá.

—¿Que pasa, Tony?

—Eshtoy tiste... —le dijo Tony tratando de convencer a su padre de no recoger sus juguetes.

—No caeré en eso dos veces. —le dijo Howard con una sonrisa trinfal. —Ahora recoge tu tiradero.

—No queyo. —le retó el menor.

Howard frunció el ceño. —Lo harás.

—No.

—Si.

—No.

—Si.

Los dos Stark mantenían un contacto visual a muerte hasta que Jarvis entró. —¿Qué sucede? —cuestionó viendo la escena.

—Le dije a Tony que recogiera sus juguetes pero no quiere hacerlo. —Howard se cruzó de brazos.

Jarvis suspiró cansado. —¿Y su mejor opción era ponerse al tú por tú con un niño de dos años?

—Bueno, es que... —se intentó excusar.

—Mire como se hace. —Jarvis se acercó a Tony y lo vio con dulzura. —Vamos, cariño, guarde todos los juguetes antes de provocar un accidente, yo le voy a ayudar ¿si?

Tony lo observó por unos cuantos segundos y luego asintió. —Si. —comenzó a recoger sus juguetes mientras Jarvis le ayudaba.

—¿Lo ve? No era tan difícil, solo debía darle el ejemplo.

—Entonces yo también voy a ayudarlos. —Howard estaba a punto de unirseles pero se detuvo cuando su hijo habló.

—No, tu no.

—¿Por qué no? —Howard estaba a punto de explotar.

—Porque no. —dijo serio Tony.

—Tenga paciencia y si lo hace lo recompensaré esta noche. —Jarvis vio serio al Stark mayor.

—Está bien... —Howard se dio por bien servido aunque su hijo iba a sacarle canas verdes.