Prioridades III

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El día siguiente había llegado y con eso venían las actividades padre e hijo para restaurar la confianza. El desayuno pasó como normalmente suele suceder, no hubo problema alguno.

—¿Cuál es la primera actividad? ¿A dónde vamos? —Howard preguntó en el auto ya que irían al primer lugar.

Jarvis estaba de copiloto y tenía en sus brazos al pequeño Tony, sonrió con dulzura y finalmente habló. —Bueno, iremos al salón actividades “Máximum” hoy es el día de padre e hijos... La primera actividad es en una piscina.

—¿Tengo que meterme al agua? —se quejó el pelicafé.

—No te lo estoy preguntando. —se enojó Jarvis. —Esto es necesario... Cuando Tony crezca se arrepentirá de no haber hecho nada.

—Vale... Ya entendí... —aceptó de mala gana arrancando el auto.

Estacionaron el auto y se adentraron al salón. —¡Mida papi Javis, mucha awua! —se emocionó el castañito.

—Buenos días, y Bienvenidos, deben estar aquí por el día de padres e hijos. —una señorita encargada le habló con cortesía. —Por favor, pasen a cambiarse y los esperamos en la piscina.

—Gracias. —habló Jarvis. —Vamos, Tones... Hay que cambiarse.

—Si. —Howard le respondió a la encargada.

Caminaron a los vestidores para cambiarse mientras un curioso Tony veía con asombro el lugar. —Papi Javis hay comida, pelotas... ¡Oh, mucha awua! ¿Nod vamod a meted? —se emocionó.

—Si, cariño, nos vamos a meter. —Jarvis le sonrió a su hijo, lo iba agarrando de su manita para que no se le fuera por ahí.

—¿De veras tengo que meterme? —preguntó Howard una vez que llegaron a los vestidores. —Es muy elegante y todo... Pero yo paso.

—Bueno, si quiere dormir en el sofá por mi no hay problema. —Jarvis dijo como si nada mientras cambiaba a Tony. —Listo, Tones... Es hora de ir al agua.

—¡Awua! ¡Vamos, Papi Javis! —El castañito se emocionó con sus flotadores en cada bracito y con sus googles ya puestos.

—Está bien, está bien... —suspiró cansado el Stark mayor, se puso el traje de baño y salieron los tres rumbo a la piscina.

Los tres llegaron a la piscina, esperaron a la instructora antes de meterse al agua, había muchas familias que venían a las actividades de padre e hijo.

—Bien. —comenzó la instructora. —La primera actividad será para ver la confianza que sus hijos le tienen.

A Través De Nuestros OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora