Las cosas podrían ser diferentes, las situaciones podrían ser distintas pero ambos sabían que estaban hechos el uno para el otro.
-----
Así como podrían ser cortos también podrían ser historias más largas.
Mientras tanto en la cocina: —Entonces le dije a Fury que dejara de ponerle a Coulson mucho trabajo. —mencionó Peggy con una sonrisa, evitaba a cualquier costo que tanto Jarvis como Howard se pusieran nostalgicos con respecto a Tony; a ella también le dolía.
—Suele pasar. —se encogió de hombros Stark.
—Espero que te haya hecho caso. —respondió Jarvis..
"Toc, toc, toc".
—¿Qué fue eso? —preguntó Peggy volteando hacia varios lados.
—Ah, es el colibrí que siempre viene. —respondió como si nada Howard. —No hay día en que no llegue a las 7 y se vaya a las 9 de la mañana.
—Ya nos acostumbramos a su presencia. —Jarvis puso un poco de leche en su té. —Incluso a veces se para enfrente de nosostros cuando estamos en la mesa del jardín.
—Eso me recuerda a lo que me dijo mi bisabuelo cuando era niña y que a él se lo dijo su abuelo y a él su abuelo y así. —suspiró con una sonrisa ya que había recordado su niñez.
—Oh... —dijo Jarvis.
—¿Y qué te dijo? —Howard preguntó con curiosidad.
Peggy no sabía si era correcto decirles o no pero tal vez se sentirían mejor si les hablaba sobre eso, tal vez así comprenderían que Tony estaba bien. —Él me dijo que, "cuando un colibrí aparece frente a ti es porque viene a decirte que las almas de los que amas están bien". —dijo mientras veía el contenido de su taza con café.
—¿Crees que... Tony esté bien? —Jarvis no pudo resistirlo y derramó varias lágrimas, aquellas palabras realmente le llegaron al corazón.
—Yo creo que está bien. —Howard también trababa de consolarse a sí mismo, sujetó la mano de Jarvis y la apretó suavemente.
—Yo también lo creo. —Peggy sonrió con consuelo, perder un hijo es difícil y se necesita creer en algo para tan siquiera superalo un poco.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
