A Través De Nuestros Ojos

Colibrí IX

Howard regresó a la sala de espera y ahí vio a los padres del amigo de su hijo, solo esperaba no confundirla por lo que se acercó a ellos. —¿Hola, este Sarah, Joseph?

—¿Eh? —la mujer miró al Stark mayor, tenía los ojos completamente rojos por haber llorado. —¿Howard?

—¿Qué pasó? —preguntó Howard aunque sabía la respuesta solo esperaba equivocarse.

—Un estúpido borracho atropeyó a nuestro hijo. —respondió Joseph con furia. —En cuanto tenga a ese bastardo en mis manos lo mataré...

—¿Y tu, Howard? —Preguntó Saraha limpiandose los ojos con un pañuelo.

—Lo mismo... —suspiró Howard asentándose al lado de Joseph. —Solo que ese infeliz atropelló a mi hijo y esposo...

—Lo siento. —dijeron ambos Rogers.

—Yo también... —correspondió Howard.

Luego de unos segundos escucharon como una enfermera al lado de un doctor salían de emergencias para solicitar a los familiares de un paciente.

—¿Familiares de Steve Rogers? —prengutó la enfermera.

—Aquí. —Sarah se levantó de su asiento en un dos por tres y se dirigió con el médico.

—Permitenos, Howard. —le sonrió levemente Jospeh a Stark y finalmente se levantó de la silla para acompañar a su mujer.

Stark solo asintió y observó como la familia Rogers hablaba con el médico y la enfermera, intercambiaron algunas palabras y después vino lo peor.

Vio como la mujer caía de rodillas mientras se tapaba el rostro para llorar de una forma desconsalda y Jospeh se posicionó al lado de ella para acompañarla en la desesperación.

En ese momento Howard entendió lo que había pasado y decidió no acercarse, era mejor darles un poco de espacio para que se desahogaran. —¿Cómo voy a decirle a Tony que Steve murió? —se preguntó a si mismo apretando los puños y con tristeza.