Prioridades II

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Howard se había retirado dejando solos a Tony y a Jarvis. El niño bajó la mirada triste, era muy listo para su edad y cualquiera podría ver la depresión en él. —¿Papi Howad no me quiede?

—Tones... —Jarvis lo vio con tristeza, a veces el Stark mayor era un insensible y le dolía el trato que le daba a su hijo. —Tu papá si te quiere... Solo tiene una manera diferente de demostrarlo... Pero te ama mucho. —Ahí terminó la conversación.

El resto del día pasó desapercibido, no hubo nada interesante que haya ocurrido.

Alrededor de las 8 de la noche, Howard Stark llegó a casa, entró y observó a Tony viendo caricaturas en la televisión, era hora de su programa favorito.

Llegó al sofá y se sentó, tomó el control remoto y le cambió de canal sin importarle que su hijo estuviera viendo la televisión.

—Papá, yo taba viedo edo... —el niño frunció su ceño. —yo quedo cadicatudas... —sollozó al borde de las lágrimas.

El pelicafé se enojó, el berrinche de Tony no lo dejaba escuchar el programa. —¡Por Dios, Tony, guarda silencio! —se sobó el entrecejo. —No me dejas escuchar...

Justo en ese momento Jarvis entró a la sala. —¿Qué pasa? —vio como su niño se bajaba del sofá y corría a sus brazos.

—Papá Howad no me deja ved cadicatudas. —lloró el pequeño Tony siendo cargado por Jarvis.

—No llores, tu papá llegó cansado y sólo quiere relajarse... —consoló al niño, puso cara de enojo y vio a Howard. —Mañana planeé unas actividades para que ustedes dos se unan más tengan más confianza.

—Pero mañana es mí día libre... —se quejó Howard haciendo un puchero.

—No me interesa que mañana sea tu día libre. —se enojó, vaya prioridades tenía. —Tony es primero y si no nos acompaña dormirá en el sofá por el resto de nuestro matrimonio.

A Través De Nuestros OjosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora