17 || Profesor Miguel ||

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- Y así es como funciona la división celular.-Explica Joshua, terminando de cerrar el libro, la verdad es que no me he enterado nada de la clase, no he podido dejar de mirarle embobada, pensando en el narciso.

Su mirada no se ha encontrado con la mía ni una sola vez, esa serenidad suya ha permanecido inmutable, su forma de moverse, su elegancia, es enigmática.

Madeleine se encuentra ausente, pensando en a saber qué, a veces siento que me observa, pero cuando la miro, desvía sus ojos rápidamente hacia otro lado.

No me interesa Lucifer en absoluto, este odio no es necesario.

Mi objetivo es conseguir ablandar al soldadito.

Me río.

No tengo remedio.

-Señorita Sánchez.-La voz de Joshua me hace levantar la vista hacia él, humedezco mis labios con la punta de la lengua mientras él alza el mentón con una débil sonrisa.-¿De qué se rie?

-Prefiere no saberlo, profesor, créame.

Alguien carraspea la garganta.

-Aquí no permitimos ese nivel de osadía, señorita Sanchez, por favor, empiece a comportarse de una vez o tendremos que adoptar medidas severas.-Avisa, con el ceño fruncido, sé que es una advertencia de que ya estoy rozando los límites de la paciencia de estos hermanos.

-Sí, profesor.

-Bien, fin de la clase, podéis ir a cambiaros para educación física.

Es la primera vez que me toca esa asignatura en esta semana, espero que no la de el calvo de tecnología.

Recojo mis cosas lentamente viendo como los alumnos se van, Joshua se mantiene sentado en la mesa, revisando unos exámenes.

Resoplo y me levanto, caminando hacia él, ignora mis pasos.

-¿Por qué me regalaste el narciso, Josh?

Él dirige su vista hacia mí.

-Porque me lo pediste, y nunca pude dártelo, me gusta pagar mis deudas.

-¿Estás cien por cien seguro de que esa tal Eva era yo? -Afirma.-Pero, ¿cómo?

-¿No reconocerías al amor de tu vida en cualquier punto del universo, Sara?

-Yo no creo en el amor.

-Quizás ese fue el problema.-Carraspea la garganta, retirando su cabello plateado tras una de sus orejas, su perfil es fino, delicado y masculino.- Los ángeles vemos más allá de la apariencia física, Sara, y evidenciando que tu aspecto es exactamente el mismo, tu alma, también la hemos reconocido, eres ella, además, llevas la marca.

-¿Marca?-Me río.-¿De qué hablas?

-La marca de nacimiento que tienes justo en el lateral izquierdo de tu cuello.

-Ah , la que tiene forma de equis.-La toco con la mano.

-No es una equis, es una cruz.

Él se levanta del asiento tomando mi muñeca, siento escalofríos cuando su piel entra en contacto con la mía, la retira lentamente para después apoyar uno de sus dedos sobre esta. Entonces, mi mundo real, desaparece.

Estoy completamente vestida de blanco, con la melena al viento, camino descalza sobre las ...¿nubes?

Altos monumentos que parecen un olympo se levantan hasta el infinito, parece que una tormenta de oscuridad se arremolina sobre mi cabeza.

Ángel Caído✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora