Mis pasos van lentamente hacia la puerta, Miguel me observa sin entender nada.
—¿Sara?
Un dolor punzante se clava en mi corazón.
—Quiero ir a mi cuarto, tengo que empezar temprano con las tareas.
—Pero está oscuro, ¿Por qué no te quedas hasta que amanezca?
Mis ojos perdidos en la madera de la puerta, esa que se una vez cruce ya no volverá a abrirse para mi.
—Me apetece estar sola.—Digo sin más, agarrando el pomo para tirar con toda la rabia que corre por mis venas.
Su cálida mano sostiene la mía, ni siquiera he sentido como se ha levantado de la cama.
Sus ojos verdes mirándome fijamente.
—Sara, ¿estás bien? ¿he hecho algo mal?
No, tú eres perfecto.
Le observo en silencio, no tengo palabras, podría escupir algo de veneno, es natural en mi, pero... no soy tan mala como para herirle de esta forma.
—Miguel, todo está bien.—Intento sonreír, un tic nervioso en la curvatura de mis labios le avisa de que estoy controlando las ganas de llorar.
—Sara...—Insiste colocando su mano sobre mi mejilla, me aparto, lo cual le deja frío, sus ojos expresan miedo.
—No es tu culpa.—Es lo único que alcanzo a decir antes de abandonar la habitación, tapándome el rostro con ambas manos mientras corro como una niña asustada, tengo miedo, mucho, pero lo peor es el dolor de dañar a las personas que me importan.
Y si bien es una locura decir que estoy enamorada, debo admitir al menos que Miguel es muy importante para mi.
El camino hasta mi habitación se me hace agonioso y eterno, es como si un monstruo fuese a salir de cualquier esquina, siento ojos observándome y ahora que se la verdad sobre mi muerte he perdido toda la seguridad en mi misma.
Ya no soy nadie.
He perdido el poder de mi destino, de mis acciones, de elegir mi camino, estoy aquí, en la nada, atrapada, esperando a que a saber quién elija que va a pasar conmigo.
¿Ese es el castigo del suicido? ¿Perder el control de su existencia?
Me siento indefensa, ¿qué puedo hacer yo contra Lucifer y sin el apoyo de Miguel? soy como una cucaracha a la que podrá aplastar, un juguete, una muñeca de trapo.
Unos pasos se van acercando a la puerta, me apresuro entre jadeos a meterme en la cama, y hacerme la dormida. Tapo mi rostro con la manta mientras oigo los latidos de mi corazón, mientras esos pasos siguen acercándose más y más.
ESTÁS LEYENDO
Ángel Caído✔
Mystery / ThrillerGabriel, aniñado, dulce y encantador. Joshua, sereno, inteligente y místico. Miguel, fuerte, varonil y romántico. Lucifer, atractivo, galán y... Peligroso. Cuatro misteriosos chicos, que estarán dispuestos a todo, por poseer el alma de la mujer que...