— Mamá , ¿sabes algo de papá?
Una pequeña sonrisa ilumina su cara, aun no sé como ha sido su muerte, ni qué es lo que la retiene aquí, sin poder ir al cielo, la incertidumbre de qué pasó con ella tras que ese maldito viejo me matara en el hospital ahogándome con la almohada me tiene en un sin vivir.
¿Moriría de tristeza? ¿Fué el cáncer? ¿Lo pasó mal? ¿Estuvo sola?
Tanto luchar por su vida, y al final la dejé sola en el momento de la verdad.
Y es que si no hubiese sido ese desgraciado, habría sido yo misma, en esa época estaba tan perdida, tan rota, que solo pensaba en morir.
Le había perdido la batalla a la vida y quería desaparecer, ¿cómo pude ser tan egoísta? ¿en qué momento dejamos de ser dos y me convertí tan solo en una?
—Mamá.—Mi mano viaja a través de la mesa del comedor, estamos tomando unas tazas de café.—Quiero pedirte perdón.
—¿Por qué, Sara?—Cuestiona, sin llegar a entenderlo.
Es tan buena.
Suspiro.
—Por fallarte, yo quería salvarte de todas las formas posibles, lo hice todo por...habría dado cualquier cosa... pero...
—Sara, no me has fallado, nunca.
—Pero yo intenté...—Las lágrimas no me dejan hablar bien, mi madre se acerca abrazándome contra su pecho mientras besa mi frente.
—Sara, si algo he aprendido en esta vida, es que todo tiene un límite, incluso las personas más valientes del mundo.
Niego.
—Eso no es excusa.
—Sara, llevas toda una vida sufriendo, bulling de pequeña por ser un poco gordita y necesitar aparatos en los dientes, nadie quería ser tu amigo, siempre estabas sola.—Vuelve a sonreírme, colocando un mechón tras mi oreja, agacho la mirada.—Creías que yo no me daba cuenta de que era tu única amiga, ¿verdad?
—Pero eras, y eres la mejor.
Ella asiente con tristeza.
—Tu adolescencia... la partida de papá fue difícil para ambas, la carencia de la figura paterna en tu vida te marcó de forma abrupta, papá era un pilar que sostenía nuestro mundo, su ida nos destrozó por completo, y quizás aquello te llevase a necesitar un chico especial en tu vida de esa forma tan... desesperada. —Jadeo tras soltar un sollozo, nunca creí que mamá se hubiese dado cuenta de nada de eso. —Pero ya eras una chica muy guapa y linda, y ellos estaban en la edad de experimentar, no entendían tu carencia de amor, protección y afecto, ellos solo quería pasar un buen rato.—Pellizca mi mejilla con cariño.—Y así mi niña pasó una adolescencia encerrada en ella misma, ilusionándose hoy para pasar el día siguiente encerrada en la habitación, llorando, sin querer comer ni ver la luz del sol, autodestruyendo su autoestima, y su valor como mujer, Sara, si alguien te debe una disculpa, soy yo, porque nunca supe como mejorar las cosas, ni como conseguir que fueses feliz.
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Ángel Caído✔
Tajemnica / ThrillerGabriel, aniñado, dulce y encantador. Joshua, sereno, inteligente y místico. Miguel, fuerte, varonil y romántico. Lucifer, atractivo, galán y... Peligroso. Cuatro misteriosos chicos, que estarán dispuestos a todo, por poseer el alma de la mujer que...