—¿A dónde crees que vas?— Es la pregunta que estaba ansiosa por escuchar.
—A darme una ducha, y después dormir.—Contesto, haciéndome la desinteresada.—Mañana no hay clases pero tengo demasiado que hacer en la casa, también me gustaría ir a visitar a mamá. Alzo los brazos fingiendo cansancio.
Sus manos se apoyan en mi cintura.
—Lo mismo da que duermas en tu cama, a que duermas en la mía.
Le miro de forma pícara, a lo que no se corta en besarme, nos morreamos en mitad del pasillo, sin importar quien pueda vernos.
Me aferro a sus fuertes brazos, esos que me mantienen contra su pecho, su mano va hacia mi pecho y la otra sube por mis muslos, metiéndose dentro del vestido.
Cuando me toca jadeo intensamente, lo hace tan bien.
—Joder...Miguel...
—¿Sigues queriendo irte a dormir?
Mi sexo se humedece con sus caricias, mi trasero se echa hacia atrás buscando rozarse con él. Miguel hace presión satisfaciéndome, está tan duro y es tan grande, lo quiero todo dentro de mí, aquí mismo.
Dejo de apretar esos músculos que me rodean para subir mi vestido aun más y que me masturbe a placer, sus dedos entran en mi ropa interior haciendo el tanga a un lado, sus yemas comienzan a frotar mi clítoris mientras su dedo índice se cuela en mi interior.
—¡Ah!—Chillo entre sus labios, que no dejan de besarme.—Eres tan... jo..der..mmm...
Las rodillas me tiemblan me cuesta estar de pie y casi todo mi peso lo está aguantando él.
—Has estado con muchísimos hombres, pero todavía no sabes lo que es uno de verdad.—Gruñe en mi oreja a lo que alguien carraspea la garganta.
Lucifer y Madeleine están justo frente a nosotros, y yo tengo el vestido subido por la cintura, las tetas fuera y el tanga a un lado, la mano de Miguel me sigue acariciando, él no parece cortarse.
—¿Por qué no os vais a un lugar más íntimo? —Pregunta Lucifer en un tono de molestia, Madeleine me está asesinando con la mirada, trato de taparme por la vergüenza, Miguel me abraza ayudándome a cubrirme.
—Pensábamos que estaríamos solos mucho más tiempo.—Responde él en un tono frío y cortante, echando su brazo por encima de mis hombros para conducirme a su habitación. Lucifer hace lo mismo, llevándose a Madeleine.
—¿Estás bien?—Pregunta Miguel una vez la puerta del ascensor se cierra, me dejo caer sobre el espejo y abrazo su cuello, él apoya su frente sobre la mía, me encanta tener esos ojos verdes tan cerca.
—Sí, solo me dio algo de vergüenza.
—Creí que tú no tenías de esas cosas.
Me hace reír.
—Soy una descarada pero tengo mis límites.
—Eres una víbora especial.— Retira de nuevo la tela de mi vestido, dejando mis pechos a su vista, para agacharse y chupar el espacio que hay entre ellos.—Y muy sexy.
—¿Cómo un hombre tan ardiente como tú ha podido estar tantos años sin sexo? —Cuestiono a lo que su ceja se arquea mientras su sonrisa se gira a un lado.
—Soy un hombre exigente, Eva dejó el listón muy alto.
Comparto su sonrisa.
—Yo voy a superarlo, ¿sabes?—Acaricio su paquete duro como una roca, jadeo por las ganas de chupárselo.
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Ángel Caído✔
Misteri / ThrillerGabriel, aniñado, dulce y encantador. Joshua, sereno, inteligente y místico. Miguel, fuerte, varonil y romántico. Lucifer, atractivo, galán y... Peligroso. Cuatro misteriosos chicos, que estarán dispuestos a todo, por poseer el alma de la mujer que...