Nuestros labios siguen unidos, quedándose tan solo en ese roce que los mantiene, no me atrevo a hacer nada más, creo que he llegado demasiado lejos, tanto como mi valentía me lo permite, Miguel, sigue siendo un hombre que me intimida, después de todo, y yo, me siento poco para él.Creo que nada más va a funcionar, que ya lo he dado todo así que decido dar el beso por finalizado, pero entonces el gruñe tomándome de la cintura para pegarme por completo a su cuerpo, devorándome con esa boca que tanto he deseado.
El algodón resbala de mis dedos cayendo al suelo.
Su lengua pide permiso y le dejo entrar, nos besamos de forma desenfrenada sin importar quien pueda vernos, mis dedos se enredan en sus cabellos castaños y rizados, él sigue manteniendo mis caderas firmemente apretadas contra su duro abdomen, quiero quedarme así.
Nuestros labios hacen un pequeño sonido al separarse, él apresa los míos succionándolos de forma deliciosa, lamiendo mi lengua después, dejándome claro que aunque no haya estado con ninguna mujer en mucho tiempo, es un maestro en el arte de la seducción, sé que Miguel es un hombre con mucho potencial sexual y deseo descubrirlo por completo.
Mi vientre bajo arde, las míticas mariposas están volviéndose locas por completo.
Cuando paramos, mi frente se posa sobre su pecho, mientras jadeo por la intensidad, estoy ruborizada.
—Sara...—Me nombra, abrazándome con todas sus fuerzas.—Quiero mantenerme lejos de ti, pero me lo pones demasiado difícil, y me estoy cansando de esto.
—Pues dejalo ya.—Pido con rabia.—Deja de huir de mi si de verdad te gusto, joder.
Busco respuestas en sus ojos, estos tan solo me miran con deseo, como si desease hacerme suya para siempre.
Es justo lo que necesito.
Mis manos van hasta su rostro bello, acariciando esas mejillas morenas, sus labios se entre abren, están húmedos por nuestros besos.
—No quiero condenarte a repetir lo que ya hemos vivido.
—No entiendo nada, ¿qué es lo que pasa? ¿por qué no me dejas acercarme a ti?
—Porque no quiero que te sientas obligada a nada, Sara.—El dolor se presenta en su expresión y entonces, empiezo a entender.—Sufriste mucho, has luchado para conseguir ser feliz y ahora que has acabado en este pueblo todo el mundo te ha caído con esa mierda de que tienes que ser nuestra, Sara, yo quiero que seas libre, quiero que disfrutes del tiempo que te queda.
¿El tiempo que me queda?
No sé a que se refiere, pero no quiero más preguntas, solo deseo resolver esto.
—Pues, ese tiempo, lo quiero a tu lado, Miguel.
—¿Porque te sientes culpable de lo que me hiciste?— ¿Qué? ¿Por eso cree que lo hago?—No me debes nada.—Sus manos rozan las mias.— Está todo olvidado Sara, sé feliz, es lo único que deseo para ti, aunque no tengamos nada, aunque no exista un nosotros, no debes temer a nadie, voy a seguir cuidandote y protegiéndote de mis hermanos, de Lucifer, del propio Moloch Ball, del universo entero, nadie te tocará , pero no tienes que ofrecerme algo a cambio de eso, lo hago porque...
—¿Por qué?
—Porque quiero hacerlo.
Asiento, pegando mi cuerpo más a él, noto como respira hondo, le cuesta muchísimo tenerme cerca y controlarse, eso me hace sentir poderosa.
—Pues si yo estoy contigo, no es porque sienta que te debo algo, ni porque me des lástima, tampoco porque a cambio quiera que me protejas de esos bichos que tienes por hermanos, si te busco es porque quiero.
Nos miramos en silencio, los fuegos artificiales comienzan a estallar en el cielo, estos se reflejan en los ojos verdes de Miguel.
Sus manos sueltan las mías, dando un paso atrás, creo que no ha servido de nada, y que le he perdido.
—Hola.—Me dice, dejándome sin entender nada.—Me llamo Miguel, Miguel Delacroix.—Extiende su mano hacia mi.
Mis labios se curvan a lo largo de mis mejillas, observándole en esa pose relajada, con esa expresión de chico serio pero al mismo tiempo, rebelde.
Quiero descubrir todo lo que esa apariencia fría aguarda en su interior. Yo quiero llegar al núcleo de su fuego y quemarme con él.
—Hola, soy Sara.
Nos estrechamos la mano.
—¿Has venido sola?
Asiento.
—¿Y tú?
—Sí, ya me iba, estaba aburrido.— Echa un vistazo rápido hacia los fuegos y el barullo de gente celebrando.—Pero acabo de encontrar un motivo para quedarme otro rato.
—Vaya, que suerte la tuya, ¿y cual es ese motivo?
Mi vestido ya está casi seco, quizás se deba al calor del beso.
—Encontrarme con la chica más insoportable que he visto en mi vida.— Su mirada me repasa de arriba abajo, como si me estuviese desnudando.— ¿Te apetece bailar?
—Me han tirado una granizada encima, ya estoy casi seca pero huelo a fresa, llevo la camisa de un tio que ni conozco encima y me tengo el pintalabios corrido, pero vale.
—Me encanta el olor a fresa y más si es en una víbora tan dulce, esa camisa te queda muy bien y estas...
Sus dedos acarician los míos con timidez, a lo que entrelazo mi mano a la suya fuertemente, él me devuelve un gentil apretón que me hace sonreír.
—Bailemos pues.—Acepto.
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Ángel Caído✔
Mystery / ThrillerGabriel, aniñado, dulce y encantador. Joshua, sereno, inteligente y místico. Miguel, fuerte, varonil y romántico. Lucifer, atractivo, galán y... Peligroso. Cuatro misteriosos chicos, que estarán dispuestos a todo, por poseer el alma de la mujer que...