29 || Pillados ||

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Me remuevo en la cama, no hay nadie

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Me remuevo en la cama, no hay nadie.

Abro los ojos viendo como Miguel está terminando de abrochar los últimos botones de su camisa turquesa, sus pantalones son azul marino.

Lleva unos mocasines negros.

Suspiro, nunca he visto a un hombre tan guapo.

—Buenos días, víbora.

—Buenos días, profesor.—Estiro los brazos, bostezando con la boca abierta, cuando me doy cuenta de que me está mirando, la cierro rápidamente, sus ojos recorren mi figura.

—Deberías taparte un poquito.

Me doy cuenta entonces de que el tirante de mi camisón está bajado por mi hombro y de que casi tengo un pecho fuera.

—Ups.—Lo subo rápidamente.

—Así mejor.—Entra al baño con paso ligero, saliendo en pocos segundos, su perfume huele delicioso.—Vístete y baja a desayunar, tienes que ir a clases.

¡Dios! ¡El instituto!

—Sí, madre mía olvidé hacer la tarea, Uriel me va a ...

—¿Qué tarea?

—Sociales.

—Te recuerdo que esa asignatura ahora es mía, te perdono por esta vez pero intenta buscar hueco esta tarde para estudiar

—Sí, gracias.

Me bajo de la cama a toda prisa, veo que el uniforme escolar está al otro lado de la cama, ¿lo habrá traído él? que detalle.

Me quito el camisón sentándome en la cama solo con la ropa interior, comienzo a ponerme los leotardos a lo que Miguel vuelve a mirarme rígido.

—¿No puedes ser menos descarada? ¿Por qué no te vas al baño?

—A mí no me molesta que me veas desnuda.—Me encojo de hombros a lo que él pone los ojos en blanco.—Y sé que a ti tampoco.

Me doy la vuelta, viendo por el rabillo del ojo como tuerce la cabeza para mirarme mejor el culo, me río.

—Eres mala.

—¿Me vas a castigar, profesor?

—Quizás.

Vuelvo a reírme, subiendo la falda por mis muslos, termino de coger la camisa blanca poniéndomela a toda prisa, abrochando los botones mal.

—Que desastre de mujer, aparta.—Me pega un manotazo en los dedos.

—Auch.—Le miro con enfado.

Ángel Caído✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora