34. Tan solo un chico asustado - Nevi

346 89 14
                                    


Nevi - Maryland
Aberdeen, Nov. 21:30pm


El día casi acaba para mí y sin ninguna pista sobre el hombre lobo. Pero lo que es el muchacho que se presume perdido, no fue difícil dar con la primera pista hacia él, y sin que siquiera tuviera que buscarla.

La zona en la colina donde tuvo lugar el asesinato estaba acordonada y llena de policías. Había curiosos también, por lo que no tuve problemas para pasar desapercibido. Lamenté el no poder acercarme más en busca de algún rastro; pero pude acercarme lo bastante al menos para escuchar la conversación de dos policías y el momento en que estos intercambiaron información sobre el lugar donde vive... o solía vivir el muchacho.

La residencia de los Wyatt es grande y luce increíblemente acogedora. Un hogar como no lo conocí nunca y siento algo de nostalgia. He estado esperando por los alrededores a que se vayan los policías. No tengo ninguna garantía de que conocer el sitio donde vive vaya a servirme de algo si el chico está muerto. Pero, ¿y si no lo estuviera? No se ha sabido nada más de él en las últimas horas. ¿Y si sólo hubiese huido asustado por el bosque mientras el hombre lobo se comía a su novia y hubiese conseguido regresar a casa después? 

Y todavía queda una tercera posibilidad en la que no quiero pensar por ahora. Decido echar un breve vistazo a los adentros e intentar determinar si el chico está ahí y si puedo hablar con él. Si fue capaz de ver al lobo, necesito saber si es el mismo contra el que luché y que escapó. De otro modo, no tengo más opción que adentrarme en el bosque y buscar pistas allí.

Al cabo de una larga espera, el policía se marcha y veo mi oportunidad de acercarme. Lo hago por uno de los laterales de la casa, moviéndome por la sombra e intentando no tocar los arbustos para no hacer ruido, y consigo llegar hasta una ventana que parece dar a la cocina. Hay dos personas adentro; pero no hay rastro del muchacho. Intuyo que son sus padres...

El hombre se aproxima a su esposa. Tiene en el rostro la huella de varios insomnios, y la mujer luce penosamente envejecida. Sus ojos están amoratados y rojos; sujeta en la mano un periódico que acaricia con los dedos y luego deja en la mesa. Reconozco la imagen de la portada. Se divide en dos partes; una es un automóvil en medio de la colina, y la otra es la fotografía que salió en el noticiero; la imagen del muchacho. El hombre aparta el periódico de la vista de su mujer, lo deja en la encimera de la cocina y abraza a su esposa para reconfortarla. La escena es desgarradora y me hace sentir un intruso. Es obvio que el muchacho no consiguió regresar a casa. Ni vivo, ni muerto. Me atrevo a suponer lo segundo porque, aunque sus padres lucen devastados, aún no lo están como lo estarían dos padres que han perdido a su hijo para siempre. Significa que mantienen la esperanza de que este regrese. Aún no han recibido malas noticias.

Me aparto de la ventana. No tengo más opción que buscarle por mi cuenta en el bosque. Los policías no han podido hallarle aún. Pero estoy seguro de que tendré más suerte. Porque ellos no saben qué buscan exactamente y yo sí.

Estoy a punto de marcharme cuando veo por el rabillo del ojo una silueta al otro lado de la casa. Su forma de actuar me resulta familiar... Lo es porque es el modo en que yo actuaba hace unos instantes cuando intentaba acercarme a la casa sin ser visto. Aguardo para ver qué hace nuestro nuevo visitante y recibo otra pista que me pone en alerta. El otro espía actúa con demasiada soltura a pesar de que parece estar infiltrándose. Sabe a dónde ir, por donde pasar, qué sitios evitar pisar para no hacer ruido... Ha estado aquí antes. 

Y entonces, cuando se acerca aún más, detecto otra pista. La sudadera que lleva puesta tiene el nombre del instituto al que iba el muchacho desaparecido. Otra pista que recuerdo de los detalles del noticiero. Pienso en dos posibilidades. Que sea él, o algún curioso del mismo colegio. Quiero decantarme por la segunda opción. Un conocido o amigo que ha estado antes aquí y que busca averiguar algo... ¿Por qué el joven Caleb actuaría de una forma tan sospechosa en su propia casa? Sin embargo, no puedo ignorar la primera posibilidad, la cual se vincula directamente a la teoría que estoy evitando; más aún ahora, que acabo de ver a los padres del muchacho y la forma en que parecen sufrir por su hijo. Decido acercarme y averiguarlo. El muchacho tiene la capucha de la sudadera puesta, como si no quisiera ser reconocido. Espía por una ventana un momento y luego vacila en su sitio, dando un paso, solo para retrocederlo casi al instante... Parece debatirse entre sus opciones.

HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora