4. Investigación II - Nevi

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Nevi - Philadelphia
Club, Nov 11:00am


El lugar dentro del club está desordenado; pero no como si en él se hubiese perpetrado un crimen. Tiene el aspecto que tiene un club normal de aquellos. El suelo está pegajoso y húmedo, el ambiente en general huele a tabaco y licor fuerte, hay vasos rotos en el suelo y la barra está sucia y pegajosa. De lo que no hay rastro es de que alguien hubiese limpiado y ordenado todo para cerrar el local. Como si hubiesen sacado a todos de allí en medio de la jarana. En parte es algo bueno, pues si hay cualquier pista, esta estará intacta.

Byron, Chris y yo nos separamos en direcciones distintas en busca de rastros, y Keeper, el pastor, busca ávidamente ayudado de su olfato en el suelo y en los rincones.

—Mirad esto —dice Chris, señalando una de las paredes del club. En ella cuelga una fotografía de los camareros, los barmans, el Dj... Y en medio de todos, un hombre moreno, de corta estatura, rasgos duros y una constitución musculosa, que sonríe ampliamente.

Me fijo automáticamente en su muñeca, en la que lleva un Rolex de última generación, que reluce y sobresalta en lo ordinario de su ropa.

—De manera que, si el vampiro se llevó un recuerdo de su víctima, esto es lo que buscamos —les digo, señalando el reloj.

—No hay rastros de sangre en el suelo —observa Byron—. O rastros de que haya habido alguna pelea demasiado grande en el interior. Tuvo que matarle afuera. Pero... ¿cómo le llevaría afuera por la fuerza sin que nadie más se percatase de que algo extraño ocurría?

—A menos —susurro, considerándolo—... Que no le haya llevado él afuera, sino...

—Sino al contrario —Chris termina mi frase y nos observamos entre los tres.

—Sería fácil —les digo, extendiendo las manos—. Bastaba con hacer un numerito para que el dueño le echara a patadas por la puerta trasera.

—Pero, ¿por qué no llamar a seguridad? ¿Por qué encargarse él mismo del sujeto? —pregunta Chris.

—Porque podía —deduzco, haciendo alusión a la constitución fornida del dueño, dando un golpeteo con el nudillo en uno de los brazos musculosos del hombre en la fotografía.

—Buscamos entonces a un tipo de corta estatura, pero menos fornido —añade Byron.

—Posiblemente un chico joven. Pero con la edad suficiente para entrar en un club.

En ese instante, el perro profiere un aullido y levantamos al unísono la cabeza para ver qué ocurre. Byron se aproxima a él y levanta del suelo un vaso que el pastor olfatea ansiosamente, cubriendo su mano con la manga de su camiseta para no dejar huellas, y huele su contenido:

—Es Vodka.

—¿Los vampiros beben vodka? —dice Chris, enarcando una ceja.

—Hasta donde yo sabía, preferían beber sangre. A menos —guarda silencio un instante y gira el vaso en su mano, evaluándolo hasta que el reflejo de la luz que se filtra por la ventana capta sobre la superficie de cristal una leve, casi imperceptible muesca en el borde; somo si un objeto pequeño y afilado hubiese chocado con el vidrio, resquebrajando un diminuto fragmento— ... que sólo fingiera para no llamar la atención.

—Se acerca entonces a la opción que barajábamos —aventuro, solicitándole el vaso y evaluándolo en mi mano—. Que haya sido convertido hace muy poco y buscara de alguna forma satisfacer aquí, con alcohol, la sed que sentía; la cual seguramente ignoraba a qué se debía.

HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora