17. El otro cazador III - Cassie

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Cassie - Pennsylvania

Carretera hacia Philadelphia, gasolinera – 10:30pm


Observo desde dentro del coche a Byron hablando con el extraño. Estoy nerviosa. Nada más ha aparecido, mi sentido del peligro se ha alertado. No sé por qué, no sé si esa persona es humana o no, ni de qué forma va a hacernos daño. Estoy tentada de volver a salir afuera, o de abrirle la puerta a Keeper para que, al menos, él pueda quedarse cerca de Byron y protegerle si llegara el momento, ya que Byron no me quiere cerca. Eso es otra cosa que me molesta, que no confíe en mí. Si estamos juntos en esto, debería hacerlo. Puedo serle de ayuda y él lo sabe. Justo cuando coloco la mano en la asita de la puerta para salir, veo que los dos se dan la mano, se despiden con un gesto y Byron vuelve hacia el coche. Los latidos del corazón se me empiezan a acompasar. Keeper, al ver que su amo regresa, se levanta en el sofá del copiloto y tiembla de emoción.

Cuando Byron entra, le hace un par de caricias, luego arranca el coche y nos vamos. En silencio. No me dice nada.

― ¿Quién era ese? - pregunto sin poder aguantarme. Odio los silencios cuando no me quieren decir las cosas. Y también los odio cuando no soy yo quien los provoca.

― Un amigo – responde Byron únicamente.

― ¿Humano? ― inquiero.

― Claro que es humano. ¡Qué estupideces dices! ― exclama él, casi ofendido.

― No son estupideces. Cuando ha entrado en la gasolinera he sentido peligro.

― Te lo habrás imaginado.

Frunzo el ceño.

― ¿Igual que como cuando te he salvado del atropello? ¿También ahí me lo he imaginado? - pregunto con sarcasmo.

Byron me mira un instante por el espejo retrovisor y luego vuelve a mirar la carretera.

― Chris no es peligroso – dice únicamente.

― Pues mi peligrómetro no opina lo mismo – espeto.

― ¿Peligrómetro? - repite él entre risas.

― He pensado que tengo que llamarlo de alguna manera – rebato.

Byron suelta otra risa. A su lado, Keeper mueve la cola, contagiado por la risa de su amo. Una risa a mi costa.

― Mira, no me creas si no quieres, – zanjo, molesta porque se lo tome a risa – pero sé lo que sentí. Solo me alegro de que no te haya pasado nada.

Byron deja de reírse al instante y vuelve a mirarme por el retrovisor. Le mantengo la mirada un segundo y luego vuelvo a contemplar la noche a través de la ventanilla. No sé si él sigue mirándome o no, pero ya me da igual. Lo que le he dicho es cierto. Entiendo que sea difícil de asimilar que un amigo pueda ser peligroso, pero tendría que fiarse de mí. Le he salvado la vida dos veces gracias a mi don.

― Cassie – me llama Byron en un murmullo al cabo de demasiados segundos.

No respondo, solo aparto la mirada y me encuentro con que me sigue mirando por el retrovisor.

― ¿Por qué te importa tanto lo que me pase? ― pregunta.

― Porque eres lo único que tengo – respondo.

HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora