49. Enseñanzas I - Nevi

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Nevi - Philadelphia

Fabrica abandonada, Nov. 7:40am



«—¡Corre, no te detengas!

Jadeos.

—¡Salta! ¡Sujétate!

Jadeos.

—¡Bien! ¡Por aquí, vamos!

Jadeos.... Jadeos...

—¡Salta! ¡Ahora!

Jadeos... Un grito ahogado en alguna parte de mi garganta. El vacío en mi estómago.

Mis dedos rozaron con el borde de la muralla, pero sin poder asir la superficie suficiente para poder sostenerme de ella y colgarme. La desagradable sensación del cemento granuloso arañando mis palmas cuando resbalé no fue nada en comparación al vértigo que me produjo la larga caída. Y esta... nada en comparación con el duro golpe del pavimento sobre toda la extensión de mi cuerpo que azotó en el aterrizaje.

Lo vi todo negro unos instantes. Estaba seguro de haberme golpeado la cabeza, pero estaba consciente. Cuando caía, aún había ocasiones en que olvidaba reposicionarme para poder aterrizar de pie y «romper» la caída rodando, como me lo habían enseñado.

Intenté ponerme de pie sin mucho éxito. Todavía estaba mareado y aturdido. Golpeé el suelo con el trasero dos veces en intentos de levantarme, y la tercera vez el brazo de mi maestro alrededor del mío me contuvo el tiempo suficiente para recuperar mi equilibrio y ponerme de pie:

—Eso ha sido patético —bufó, aunque no sonaba irritado, lo cual era raro en él.

Me incliné sobre mis propias rodillas. Jadeos. Jadeos... Estaba llevando la resistencia de mi propio cuerpo a un límite que yo mismo desconocía. Pero no podía quejarme. Yo lo había querido así. 

Había aceptado todas las implicancias y consecuencias desde el momento en que le había pedido a mis hermanos que me enseñaran lo que ellos sabían; lo que Elliot y Drew habían amaestrado por años. 

En un inicio, cuando Elliot me llevaba a correr por kilómetros sin descanso, sentía que me moría. Que el corazón me palpitaba tan fuerte contra el pecho que estaba por romperme las costillas. Mas cuando Drew empezó a llevarme a correr, esta vez sorteando obstáculos, fue todo un nuevo nivel que desconocía que formaría parte del entrenamiento que tanto había anhelado. 

La lección consistía en correr a grandes velocidades por terrenos poco adecuados, usando la intuición, y reacciones rápidas para acomodarse a cualquieras fueran las condiciones, y sortear obstáculos como escaleras, barandillass, árboles, murallas, rejas, etc. De modo que pudiera seguir corriendo sin detenerme. 

La teoría era simple. La práctica no lo era tanto...

Mis hermanos eran expertos para ese entonces. Yo, en cambio, todavía tenía caídas penosas que me dejaban hasta días sin poder caminar. Y cuando volvía a levantarme, las prácticas continuaban desde donde lo habíamos dejado. Drew no tenía piedad. En eso era muy distinto de Elliot.

—Arriba. ¿Vamos a seguir, o quieres ir a casa a llorar?

—Cierra la boca —gruñí.

—Es demasiado, Drew. Terminamos por hoy —dijo Elliot en cuanto nos dio alcance. 

No tuve que ver la expresión de Drew para saber que estaba molesto. Había sido el primero en negarse en cuanto les había pedido a los dos enseñarme; pero era quien se lo había tomado más en serio.

HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora