59. Interrogatorio II - Byron

279 66 19
                                    


Byron – Philadelphia

Fábrica – Nov, 03:30am


Enrosco con cuidado la bombilla de luz ultravioleta en el flexo, que coloco en el suelo a un par de metros de donde el vampiro continúa encadenado e inconsciente. Delante de él, Caleb está agachado, contemplándolo con cautela, pero también veo interés y algo de fascinación en su mirada.

— No te acerques tanto – le advierto.

— Está inconsciente – responde él.

Termino de colocar el flexo y me incorporo.

— Los vampiros tienen capacidad de regeneración, igual que los hombres lobo – le informo, a lo que Caleb gira la cabeza para mirarme. — Despertará de un momento a otro, y no quiero que te lleves un susto que pueda tener consecuencias.

Caleb aprieta los labios, comprendiendo. Si el vampiro le atacase o le hiciese sentirse en peligro, cabe la posibilidad de que genere otra transformación. El chico obedece y se aparta, pero sigue contemplándolo desde la distancia.

— ¿Es más fuerte que yo? — pregunta.

— Sí.

Mi respuesta clara y sin vacilación le sorprende.

— Vaya... — Obviamente no se la esperaba.

Voy hacia mi bolsa y empiezo a sacar todo el instrumental que necesitaré para el interrogatorio.

— En esencia, vampiros y licántropos tenéis una fuerza similar – le explico. — Pero este tío no necesita transformarse para sacar todo su potencial, ni depende de la luz de la luna o sus emociones. Aparte de que lleva siendo un vampiro bastante más tiempo que tú un hombre lobo.

Caleb va asientiendo a mi explicación conforme va entendiéndola.

— Aunque es cierto que ni su visión, oído u olfato están tan desarrollados como los tuyos, los vampiros poseen un sexto sentido – sigo explicándole. — Los cazadores lo llamamos "seducción".

Caleb pasa su mirada de mí al vampiro, que luce magullado, quemado, húmedo, ensangrentado y agujereado, encadenado al suelo, y luego me contempla de nuevo.

— Con esas pintas no creo que seduzca a nadie – comenta.

En cualquier otra situación, hubiera sonreído ante su ignorancia.

— Es como una especie de hipnosis – le explico. — Su poder de persuasión y atracción es muy fuerte para todos aquellos incautos que les miran directamente a los ojos.

— ¿Como un hechizo?

Ladeo la cabeza.

— Si prefieres llamarlo así... — murmuro, continuando con mi labor.

La voz de Caleb resuena en el interior de la habitación.

— Al menos ellos no pueden salir durante el día.

Aprieto los labios y cierro los ojos un instante, respirando profundamente. Un flash del pasado, de una silueta agazapada delante de tres cuerpos ensangrentados, me viene a la mente. Una figura con largos y brillantes colmillos enmarcada contra la luz del mediodía que se colaba por la cristalera del salón...

El ruido de la puerta abriéndose me devuelve al presente, precediendo a Nevi, a quien Caleb acaba de avisar poco antes.

—Nee está bien – informa—. Está descansando.

HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora