Una súbita plaga de criaturas oscuras asola la ciudad de Philadelphia.
Byron y Nevi son dos solitarios cazadores que han dedicado toda su vida a exterminar seres sobrenaturales.
Aliados por una causa común, tendrán que luchar para mantener a raya l...
Hemos decidido abrir este nuevo apartado titulado "Enciclopedia" donde os iremos hablando y explicando sobre los diferentes seres paranormales para que los conozcáis mejor, como apoyo a lo que se vaya viendo en la propia historia, e intentaremos ilustrarlos en la medida de lo posible.
Aquí os dejamos con la primera entrada, que trata sobre los primeros seres que aparecieron en la historia: Fantasmas y Sirenas.
FANTASMAS
Un fantasma es la sombra de una persona muerta, su alma que se niega a pasar al otro lado. Esta sombra se queda en nuestro plano debido en la mayoría de casos a una muerte violenta que encoleriza su alma. Los fantasmas quedan anclados a nuestro plano terrenal, ya sea unidos a un lugar, a una persona o a un asunto pendiente, y no abandonan nuestra dimensión hasta que no cumplen dicho asunto o, en la mayoría de los casos, hasta que se les obliga a hacerlo a través de un exorcismo (como hizo Byron con el fantasma del orfanato Lowstein).
Los fantasmas tienen una naturaleza malvada ya que, como se ha mencionado arriba, son el resultado de una muerte violenta e injusta. Aquellos fantasmas más poderosos son los que han sufrido las muertes más terribles y generan ectoplasma, una sustancia negra y viscosa que normalmente no es fácil de encontrar. Suele aparecer en lugares como tuberías, apliques de enchufe o grietas en la pared, por ejemplo. El ectoplasma en sí no es peligroso ni tóxico, pero sí advierte de la peligrosidad del fantasma.
Entre las habilidades de los fantasmas está la posesión. Toman el cuerpo de una persona y la controlan, hablando igual que ellos. No pueden tomar la forma de ningún humano, pero sí tienen su propia forma, aunque esta no pasa de ser una fina voluta de algo parecido al humo, que en ocasiones puede llegar a tener un rostro. En su forma auténtica no pueden asir objetos ni agredir físicamente, para ello deben tomar posesión de un cuerpo.
Los exorcismos son oraciones sagradas, normalmente en latín, con poder suficiente como para hacer que los fantasmas abandonen el cuerpo que han poseído y crucen al otro lado.
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Es importante distinguir a los fantasmas de los espíritus.
Los espíritus son, al igual que los fantasmas, almas fallecidas, pero no necesariamente de forma violenta. A diferencia de los fantasmas, los espíritus no se encuentran en nuestro plano, sino en aquel que se encuentra entre este y el más allá, entre la vida y la muerte, por lo que no tienen forma física, ni siquiera una triste neblina. En este caso, no son los asuntos pendientes los que hacen que no puedan cruzar al más allá, sino la pena de aquellos que siguen vivos, que los mantienen de forma involuntaria en ese plano intermedio a través de oraciones, pensamientos, recuerdos o esperanzas.
Muchos espíritus no son conscientes de que han muerto, o no lo aceptan. No tienen naturaleza malvada ni hacen el mal, pero sí atraen la muerte y las desgracias, por lo que son igualmente peligrosos para aquellos cercanos a los lugares donde moran. A los espíritus no se les puede exorcizar, pues no son malvados. La única forma de derrotarles, o más bien de salvarles, es hacerles comprender a ellos (o a aquellos que los mantienen atados) que su lugar ya no está entre los vivos.
SIRENAS
Las sirenas son criaturas terrenales cambiantes que habitan en lugares rodeados de naturaleza, como bosques o parques, pero los cuales abandonan para salir a cazar. Para ello, suelen adoptar la forma de lo que su presa, en el fondo de su corazón, más ama, anhela, desea o necesita, ya sea de forma amorosa, familiar o social, nunca material. Lo que comúnmente conoceríamos como su canto, no es necesariamente una canción, sino una simple conversación; una conversación en la que la víctima escucha aquello que quiere oír y le embelesa, le cautiva.
La sirenas son engañosas y nunca se las ve venir. Pueden leer en los corazones de la gente, por ello suelen tomar como presas a personas sensibles o de baja autoestima. Se alimentan de ellas mordiéndoles en la nuca, dejándoles una pequeña cicatriz de forma redonda y con la marca de pequeños dientes, y absorbiéndoles la energía hasta que mueren.
Solo se las puede matar atravesándoles con una hoja de bronce empapada en la sangre de su última víctima. Su aspecto real es grotesco, de cuerpo humanoide y rostro cadavérico, piel blanca, cabeza calva, ojos negros y vacíos y una enorme boca llena de afilados y pequeños dientes, y solo es visible para los humanos a través de su reflejo.
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