5. El primer cazador - Byron

870 164 90
                                    


Byron - Doylestown (Pennsylvania)

Orfanato Lowstein – Nov, 22:40pm


Si no había tenido bastante con una estampida de niñas de once años manoseando a Keeper, una cena entre cuchicheos y miradas perturbadoras y una mocosa insolente robándome la comida, una paliza entre niñas en pijama y con coletas era lo último que me faltaba.

Las atacantes se levantan rápidamente, apuradas y nerviosas, y se van corriendo escaleras arriba, dejando a la maltratada en el suelo. Me agacho para ayudarla a levantarse, pero cuando se aparta el pelo de la cara, la reconozco.

— Tú – murmuro.

La niña me mira con el ceño fruncido, como si hubiera sido culpa mía que sus compañeras le hubieran pegado, se suelta de mí y se frota la mejilla. Estoy un poco confundido. ¿Qué hace aquí? ¿No debería estar durmiendo? No sé por qué tengo la sensación de que me ha estado siguiendo, pero en vez de eso pregunto lo más importante.

— ¿Estás bien?

— Estoy bien – responde ella incorporándose.

— ¿Por qué te estaban pegando?

— Porque las he llamado zorras.

Me quedo de piedra y los ojos se me abren solos por la sorpresa y la brusquedad de su respuesta. No me esperaba esa contestación.

— Oh – es lo único que puedo decir.

— Con esa cara de tonto no entiendo por qué te tienen miedo los fantasmas – comenta ella, y echa a andar por el pasillo hacia el salón.

Sacudo la cabeza, me olvido de la paliza y del hecho de que una niña de once años conozca esa acepción de la palabra "zorra" y voy tras ella. En menos de tres zancadas ya la he adelantado y me planto delante de ella en la puerta del salón.

— ¿Qué quieres decir?

— Ya te lo dije en el comedor. A los fantasmas no les gustas.

— ¿Cómo sabes que hay fantasmas aquí? - pregunto

— ¿Y tú cómo sabes que digo la verdad? — pregunta ella a su vez.

La miro con los ojos entrecerrados. Esta niña no es tan ingenua ni tan tonta como podría haber pensado. Me está poniendo a prueba, y parece que me va ganando. Me llevo una mano a la nariz para intentar tranquilizarme y poder controlar la situación.

— A ver, a ver, a ver, empecemos desde el principio.

Ella bufa, fastidiada. Le lanzo una rápida mirada de reproche, pero ignoro su gesto.

— ¿Qué es lo que no entiendes? — pregunta ella, tomándome por tonto.

— Para empezar, que seas capaz de afirmar que hay fantasmas. ¿Cómo lo sabes?

— No me creerías – responde ella apartando la mirada, restándole importancia.

La miro seriamente.

— Prueba – la reto.

Ella vuelve a mirarme con el ceño fruncido. En su rostro veo cómo me escruta, cada arruga, cada poro, intentando encontrar algún atisbo de mentira, buscando la burla detrás de mis palabras, pero no la encuentra. En un momento relaja el rostro y, cuando habla, lo hace sin ese tono defensivo y mordaz.

— Puedo... sentir cosas.

Se aparta un poco de mí, como introduciéndose en un recuerdo personal. Me quedo en silencio y dejo que continúe. Entiendo que debe ser raro contarle eso a un extraño y agradezco el voto de confianza.

HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora