HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETA

19. La fábrica III - Nevi

Nevi - Philadelphia
Calles, Nov. 2:47am

Los rastros del lobo son escasos; pero son claros y fáciles de seguir. Como es natural, ha elegido desplazarse por zonas abundantes en vegetación para mantenerse oculto. Parques, plazas...

Encuentro manojos de pelo hirsuto de color marrón grisáceo atrapado entre las ramas de los árboles, y huellas de enormes patas con garras. Ocasionalmente, alguna huella sanguinolenta también. Cada vez que encuentro una, me detengo a revisarla, con la esperanza de que no sea sangre humana. La de un licantropo es oscura, resulta ligeramente más densa que la de una persona, y tiene un olor mucho más fuerte también. Evalúo su textura, frotándola entre mis dedos, y me la llevo a la nariz para confirmar. Es suya. Al parecer no se ha cobrado a ninguna víctima. 

Eso me tranquiliza en parte; pero es lo que aquello significa lo que hace que la cólera me pulse en la cabeza. Sabe que le sigo, y sólo se ha dedicado a escapar. Empiezo a correr en la dirección de las huellas tan rápido como me dan las piernas. En mi carrera salto obstáculos, me meto por recovecos, y trepo estructuras pequeñas para acortar distancias. He dejado en la fábrica con Nikolas mis armas y equipamiento más pesado para de esa forma mantenerme liviano y poder acortar la ventaja que me lleva el lobo. Si en mi camino soy capaz de encontrar pelo, pisadas o sangre, me encuentro de rodillas en el piso, recogiendo puñados de tierra y olfateándolo en busca del característico olor de un licántropo. 

Mi búsqueda de ese tipo de monstruos me rebaja inexorablemente a aquello; a igualarme a la bestia y valerme de mis sentidos y de mi instinto en una forma animal para poder encontrarles. Me levanto de mi sitio abriendo el puño y dejando caer la tierra a mis pies. No me quedan más de un par de horas antes de que la luz del día le quite al lobo su apariencia y su rastro se pierda cuando adquiera su forma humana. Así que más vale que me apresure. 

Con los años he adquirido experiencia rastreando animalejos de su tipo. Conozco el olor que expelen, los sitios por los que suelen desplazarse, los disfraces que suelen usar... He reunido toda la información posible que me ayude a cazarlos, y todavía no he encontrado una sola pista que me lleve al asesino de mis hermanos. No sé bien cómo luce; sólo que es enorme. Enorme y gris.

¿Vive todavía? Preguntarme aquello sólo consigue enojarme; pues ninguna de las posibilidades me tranquiliza. No sé qué me atormenta más; pensar que está vivo mientras que todo lo que queda de mis hermanos es el recuerdo de una vida que se va desvaneciendo poco a poco en mi memoria, o pensar que murió. Que la mató alguien más. O que murió de una forma tranquila y rápida. Que la oportunidad de hacer justicia me fue arrebatada...

Todo lo que sé con certeza es que no pienso detenerme. Me encargare de acabar con cada animalejo que aparezca en mi camino, hasta dar con el que busco. Y si aquello jamás ocurre... pues entonces nunca cesaré. No mientras viva.